La Unión Europea pretende imponer sanciones económicas a 31 altos funcionarios de Bielorrusia, incluyendo al ministro del interior del país, para mediados de septiembre, dijeron tres diplomáticos de la UE, en respuesta a las elecciones del 9 de agosto que, según Occidente, fueron amañadas.
Continúa la presión de las élites occidentales: La UE sancionará a 31 altos cargos bielorrusos por las elecciones, según diplomáticos
© ReutersLas banderas de la Unión Europea frente a la sede de la Comisión Europea en Bruselas (capital belga), 21 de agosto de 2020.
Después de casi un mes de manifestaciones masivas contra el resultado de los comicios en los que el presidente Alexander Lukashenko se proclamó vencedor para prolongar su mandato de 26 años, la UE pretende castigar la represión del Gobierno y apoyar los llamamientos a la celebración de nuevas elecciones.

"Inicialmente acordamos 14 nombres, pero muchos Estados consideraron que no era suficiente. Ahora hemos llegado a un consenso sobre otros 17", dijo un diplomático de la UE. "Estos son altos funcionarios responsables de las elecciones, de la violencia y de la represión".

Los ministros de asuntos exteriores de la UE mostraron un amplio consenso político a las sanciones -prohibición de viajes y congelación de activos- en una reunión en Berlín a finales del mes pasado, pero entonces no decidieron sobre quién dirigirlas.

Grecia y Chipre, que están presionando para que se impongan sanciones separadas a Turquía por una disputa en el Mediterráneo Oriental, todavía tienen que dar su apoyo a la lista negra de Bielorrusia.

Los 27 países de la UE deben ponerse de acuerdo sobre tales medidas y Atenas y Nicosia podrían utilizar su apoyo a la lista negra bielorrusa para conseguir medidas duras contra Turquía, dijeron los diplomáticos.

Se espera que el ministro del Interior Yuri Karaev y su adjunto estén en la lista de la UE, junto con altos cargos y ministros de la comisión electoral y de los ámbitos de seguridad y justicia.

Sin embargo, Lukashenko no será sancionado por el momento. Alemania, que ostenta la presidencia semestral de la UE, quiere más tiempo para el diálogo y dejar abierta la posibilidad de añadir el nombre del presidente en una etapa posterior.