En declaraciones concedidas a la agencia informativa cubana Prensa Latina y publicadas el lunes, Lavrov ha dicho que, en medio de la pandemia del nuevo coronavirus, causante de la COVID-19, y mientras el mundo necesita más solidaridad para luchar contra la enfermedad infecciosa, EE.UU. sigue intensificando su campaña de presión contra Cuba.

Lavrov
© Sputnik/Press service of the Russian foreign MinistryEl canciller ruso, Serguéi Lavrov, denuncia que EE.UU., convencido de su excepcionalidad e impunidad, recrudece el bloqueo económico contra Cuba.
"Condenamos rotundamente esta política inhumana e ilegítima de Washington. Todas las medidas de presión sobre La Habana violan los derechos naturales inalienables, no solo de los ciudadanos cubanos, sino también de los estadounidenses, son absolutamente ilegales e infringen flagrantemente los principios fundamentales de la Carta de las Naciones Unidas", ha manifestado el canciller ruso, que se encuentra de visita en el país caribeño.

Para la comunidad internacional, ha proseguido, es de suma importancia demostrar voluntad política, sabiduría y previsión, evitar guerras comerciales y embargos y sumar esfuerzos a base del entendimiento mutuo, la solidaridad y el apoyo para combatir el nuevo virus.

Sin embargo, conforme al jefe de la Diplomacia rusa, ante tal coyuntura, EE.UU. vuelve a demostrar la convicción de su propia excepcionalidad y permisividad imaginaria, al exacerbar "la histeria anticubana".

Washington "sigue endureciendo el bloqueo comercial, económico y financiero en contra de la isla, pese a la condena rotunda de estas acciones por la comunidad internacional, que se expresa en una votación casi unánime en la Asamblea General (de Naciones Unidas, AGNU) a favor de un proyecto de resolución contra el bloqueo", ha puntualizado.

Lavrov ha lanzado estas críticas contra Washington días después de que el presidente estadounidense, Donald Trump, haya informado de nuevas sanciones contra el pueblo cubano.

En respuesta, el presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, ha rechazado los nuevos embargos, asegurando que la nación "no renunciará a su soberanía".