El líder de la Cámara Baja del parlamento ruso, Viacheslav Volodin, lanzó duras críticas al opositor Alexei Navalni por haber responsabilizado al presidente Vladímir Putin de su presunto envenenamiento con un gas nervioso.

Navalni
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Navalni, que sigue recuperándose en Alemania, afirmó en una entrevista con Spiegel que Putin habría estado "detrás del crimen". También aseguró que no tiene miedo y regresará a Rusia.

"Navalni es un sinvergüenza y un canalla, Putin le ha salvado la vida", comentó Volodin.

Para el líder de la Duma de Estado, "su declaración tiene lógica si lo que le sucedió había sido orquestado por los servicios secretos de Occidente".

"Todos se han volcado en salvarle, de pilotos y médicos al presidente. Solo una persona indecente pudo hacer semejantes declaraciones", afirmó.

Volodin señaló que los miembros del Bundestag se resisten a crear un grupo de trabajo conjunto con la Duma para esclarecer el caso Navalni, y que Alemania sigue sin proporcionarle a Rusia el dictamen de los médicos que examinaron al opositor ni las muestras que le tomaron.

A su juicio, es una prueba de que el presunto envenenamiento de Navalni fue un montaje para bloquear a Rusia e impedir que defendiera a Bielorrusia de aquellos que pretendían tomarla bajo control.

"Son eslabones de una misma cadena. Es a todas luces evidente que Navalni colabora con los servicios secretos y los organismos del poder de los países occidentales. Trabaja para sus intereses", concluyó.

El 22 de septiembre, el activista anticorrupción ruso Alexéi Navalni fue dado de alta del hospital universitario Charité en Berlín, tras pasar allí 32 días, 24 de ellos en cuidados intensivos.

Navalni fue trasladado a Berlín tras haber pasado dos días en un hospital de la ciudad rusa de Omsk, en Siberia, luego de que perdiera el conocimiento durante un vuelo de Tomsk a Moscú.

En el hospital de Omsk, Navalni fue inducido en un coma y tratado con atropina, fármaco que suele utilizarse como antídoto para los agentes nerviosos. Sin embargo, los médicos del hospital ruso afirmaron luego que no habían detectado rastros de toxinas en la sangre y la orina del paciente, cuya condición atribuyeron a un "trastorno metabólico".

Según los médicos de Charité, los síntomas de Navalni apuntaban al envenenamiento con un inhibidor de colinesterasa.

Un laboratorio militar de Alemania y, posteriormente, laboratorios de Suecia y Francia determinaron que el opositor ruso había sido envenenado con un agente del grupo Novichok, una sustancia prohibida por la Convención sobre las Armas Químicas. Alemania proporcionó las muestras correspondientes a la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas.

Desde Moscú califican de infundada la versión alemana sobre lo ocurrido con Navalni y dicen esperar respuestas oficiales a las solicitudes enviadas a Berlín.