Coronavirus, pérdidas económicas, desastres naturales: el año 2020 resultó uno de los más difíciles para todo el mundo. Y cuando parecía que no podía pasar nada peor, otra ola, esta vez de atentados, sacudió las ciudades europeas.
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© REUTERS / Radovan Stoklasa
A medida que la Unión Europea intenta combatir la segunda ola del coronavirus, se enfrenta a otra amenaza inesperada: una serie de ataques terroristas en varias ciudades europeas en menos de una semana.


Comentario: Lo cual resulta bastante conveniente, especialmente cuando nos damos cuenta de que muchas de estas mismas poblaciones bajo ataque terrorista, son las que protestaban en contra de las medidas de la ficticia pandemia.


Viena

La noche de este 2 de noviembre las armas de fuego fueron protagonistas en el centro de la capital de Austria, Viena.

El atentado comenzó alrededor de las 20:00 (19:00 GMT), cerca de la sinagoga Seitenstettengasse, cuando al menos un hombre armado abrió fuego contra varias personas que se encontraban en cafés y restaurantes.

Si embrago no fue el único lugar donde se escucharon disparos en la desafortunada noche. Según las autoridades, los agresores perpetraron ataques "con coordinación temporal" en seis lugares distintos de la parte céntrica de la ciudad.

Además de en la citada Seitenstettengasse, dispararon contra personas en:
  • Morzinplatz;
  • Salzgries;
  • Graben;
  • Bauernmarkt;
  • Fleischmarkt.
Al menos cinco personas fallecieron y 17 resultaron heridas a causa del ataque, siete de ellas de extrema gravedad.

El líder de la comunidad judía de Austria, Oskar Deutsch, declaró que, a pesar de que uno de los puntos del atentado fue una calle cercana a la sinagoga, no está claro si el centro religioso era un objetivo del ataque.

La Policía, que abatió uno de los atacantes, atribuye el atentado a "motivos islamistas". El sospechoso portaba, entre otras armas, un fusil de asalto, así como un cinturón explosivo que resultó falso.

Por el momento no está claro si tenía cómplices. El portavoz del Ministerio del Interior, Harald Sörös, dijo que las autoridades suponen que había un máximo de cuatro perpetradores. Según el portavoz, la investigación está "en plena marcha".

Tras el ataque, las autoridades de Austria reforzaron las medidas de seguridad en todo el país, incluidas las fronteras, y pidieron a los residentes de la capital que eviten reunirse en espacios públicos y usar el transporte.


Comentario: El terrorismo es bueno para combatir la pandemia.

"Fue un atentado por odio a nuestros valores fundamentales, el modo de vida, por odio a nuestra democracia, en la que todas las personas son iguales", declaró el canciller [jefe de Gobierno] austriaco, Sebastian Kurz, al subrayar que el país defenderá su democracia y valores con todos los métodos posibles.

Comentario: Es curioso que Sebastian Kurz tenga la capacidad de declarar que los atentados son en contra de nuestro modo de vida, valores fundamentales y democracia, cuando en la mayoría de Europa occidental estos ideales han sido cancelados para supuestamente combatir a un virus.


El canciller confirmó que lo ocurrido el 2 de noviembre fue un "atentado islamista".

"Rastrearemos, perseguiremos y aplicaremos un castigo justo a los criminales, los instigadores y los cómplices", dijo Kurz.

Niza

Lo de Viena ocurrió solo tres días después del atentado en la ciudad francesa de Niza.

El 29 de octubre a las 9.00 hora local (8.00 GMT), un radical atacó con un arma blanca a personas que se encontraban en la catedral de Notre Dame, en el centro de Niza, dejando tres muertos y varios heridos.

Dos personas fueron asesinadas en el interior de la Basílica, una de ellas fue decapitada, y la tercera víctima mortal logró escapar y refugiarse en un bar cercano tras haber sido gravemente herida, pero finalmente murió a causa de las heridas.

El agresor resultó herido durante una rápida detención. Según la Fiscalía Antiterrorista, el atacante tenía documentos a nombre de un nativo de Túnez, nacido en 1999, que llegó a Francia a principios de octubre vía la isla italiana de Lampedusa.

Tras el ataque cometido en Niza, en Francia se introdujo, a escala nacional y al máximo nivel, el plan de lucha contra el terrorismo, Vigipirate.

El presidente de Francia, Emmanuel Macron, calificó lo sucedido de un ataque terrorista y anunció que se fortalecerá la protección de los lugares de administración de cultos religiosos y de las escuelas, además se movilizarán militares adicionales en el marco de la operación antiterrorista Sentinelle.

Aviñón y Lyon

Horas después del ataque en Niza, la Policía de la ciudad francesa de Aviñón abatió a un hombre que había intentado un ataque contra transeúntes y amenazaba a los agentes. En respuesta, la Policía abrió fuego y el atacante murió por las heridas.

Sin embargo, más tarde, el fiscal Philippe Guémas declaró que el ataque perpetrado en Aviñón no fue un atentado terrorista sino solo una acción de una persona mentalmente inestable.


La Policía francesa también detuvo a un hombre que estaba preparando un asalto con cuchillo en la ciudad de Lyon, según comunicó la cadena CNews.

Sin embargo, el 31 de octubre un hombre desconocido hirió de bala a un sacerdote ortodoxo en el séptimo distrito de Lyon. El sacerdote, de 52 años, se encuentra en estado grave.

Todas estas agresión se produjeron dos semanas después de que un refugiado, de origen checheno, decapitara a un profesor en las afueras de París por mostrar caricaturas del profeta Mahoma a sus alumnos.

Europa unida

Estos dolorosos acontecimientos no solo preocuparon, sino que unieron a toda Europa.

La canciller federal de Alemania, Angela Merkel, envió un mensaje de solidaridad al pueblo austriaco tras el atentado y afirmó que el terrorismo islamista es el enemigo común de los países europeos.

Al mismo tiempo, la Policía federal alemana reforzó las medidas de seguridad en el país, en particular, se intensificaron las actividades de búsqueda en las fronteras con los países del espacio Schengen, así como el trabajo de la Policía en el transporte ferroviario.

El primer ministro de Grecia, Kyriakos Mitsotakis, también expresó su apoyo a Austria tras el atentado en Viena y declaró que "Europa está unida contra el terrorismo".

A su vez, el presidente francés, Emmanuel Macron, lanzó un mensaje de solidaridad con el pueblo austríaco y reiteró su voluntad de no ceder ante el terrorismo.

"Nosotros, los franceses, compartimos la conmoción y el dolor del pueblo austriaco golpeado esta noche por un ataque en el corazón de su capital, Viena. Después de Francia, atacan a un país amigo. Es nuestra Europa. Nuestros enemigos deben saber con quién están tratando. No nos rendiremos", escribió el mandatario en su cuenta de Twitter.

​Su solidaridad también la expresó el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, al declarar que "Europa permanecerá firme ante el terrorismo", mientras "el odio no doblegará" las sociedades.

Más temprano expresaron solidaridad con Austria y las víctimas de ataques en Viena, entre otros:
  • el secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), António Guterres;
  • la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen;
  • el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel;
  • el primer ministro y el ministro de Exteriores de Italia, Giuseppe Conte y Luigi Di Maio;
  • el jefe de la diplomacia europea, Josep Borrelli