La nueva Ley Celaá, que lleva en nombre de la actual ministra de educación, supone la nueva transacción política entre el partido en el gobierno y sus apoyos independentistas. Para que los presupuestos garanticen la gobernabilidad de pedro Sánchez y no se vea abocado a convocar elecciones, ERC ha pedido y se le ha dado, el Español, mal llamado Castellano, ya no será lengua vehicular a nivel educativo en toda España.
Rubén Gisbert
© Rubén Gisbert