Traducido por el equipo de SOTT.net en español
"Con el Gran Reinicio se trata de mantener y potenciar una máquina de extracción corporativa y la propiedad privada de la vida". - Vandana Shiva.
El Gran Reinicio del Foro Económico Mundial (FEM) incluye un plan para transformar las industrias alimentarias y agrícolas mundiales y la dieta humana. Los arquitectos del plan afirman que reducirá la escasez de alimentos, el hambre y las enfermedades, e incluso mitigará el cambio climático.
Klaus Schwab
© Heinz TesarekKlaus Schwab, fundador y presidente ejecutivo del Foro Económico Mundial.
Pero una mirada más de cerca a las corporaciones y los "grupos de reflexión" con los que el FEM se está asociando para marcar el comienzo de esta transformación global sugiere que el motivo real es un control corporativo más estricto sobre el sistema alimentario por medio de soluciones tecnológicas.

Vandana Shiva, académica, ambientalista, defensora de la soberanía alimentaria y autora, dijo a The Defender: "El Gran Reinicio trata de que las empresas multinacionales interesadas en el Foro Económico Mundial controlen tantos elementos de la vida planetaria como puedan. Desde los datos digitales que los humanos producen hasta cada bocado de comida que comemos".

El FEM se describe a sí mismo como "la plataforma global para la cooperación público-privada" que crea asociaciones entre corporaciones, políticos, intelectuales, científicos y otros líderes de la sociedad para "definir, discutir y promover temas clave en la agenda global".

Según el fundador y presidente ejecutivo del FEM, Klaus Schwab, el foro está guiado por el objetivo de posicionar "a las empresas privadas como admistradores de la sociedad" para "abordar los desafíos sociales y ambientales".

En julio, Schwab publicó un libro de 195 páginas, "COVID-19: El Gran Reinicio", en el que desafiaba a los líderes de la industria y a los tomadores de decisiones a "hacer un buen uso de la pandemia no dejando que la crisis se desperdicie".

La revista TIME (cuyo propietario Marc Benioff es miembro de la junta del FEM) se asoció recientemente con el FEM para cubrir El Gran Reinicio y brindar una "mirada a cómo la pandemia de COVID-19 brinda una oportunidad única para transformar la forma en que vivimos".

El Gran Reinicio está destinado a abarcar todo. Sus organizaciones asociadas incluyen a los principales actores en la recopilación de datos, telecomunicaciones, fabricación de armas, finanzas, productos farmacéuticos, biotecnología y la industria alimentaria.

Los planes del FEM para el "reinicio" de la alimentación y la agricultura incluyen proyectos y asociaciones estratégicas que promueven los organismos genéticamente modificados, las proteínas y productos farmacéuticos hechos en laboratorio y químicos industriales como soluciones sostenibles a los problemas alimentarios y de salud.

Por ejemplo, el FEM ha promovido y se ha asociado con una organización llamada EAT Forum. EAT Forum se describe a sí misma como un "Davos para la comida" que planea "agregar valor a los negocios y a la industria" y "establecer la agenda política".

EAT fue cofundada por Wellcome Trust, una organización establecida con fondos provenientes de GlaxoSmithKline y que aún mantiene asociaciones estratégicas con la farmacéutica. EAT colabora con casi 40 gobiernos municipales en Europa, África, Asia, América del Norte, América del Sur y Australia. La organización también ayuda al Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) en la "creación de nuevas directrices alimentarias" e iniciativas de desarrollo sostenible.
global launch
Según Federic Leroy, profesor de biotecnología y ciencia de los alimentos en la Universidad de Bruselas, la red EAT interactúa estrechamente con algunas de las empresas de carne de imitación más importantes, incluidas Impossible Foods y otras empresas de biotecnología, que tienen como objetivo reemplazar alimentos nutritivos y saludables por creaciones de laboratorio modificadas genéticamente.

"Lo enmarcan como saludable y sostenible, lo que por supuesto no es ninguno de los dos", dijo Leroy a The Defender.

Impossible Foods fue inicialmente cofinanciado por Google, Jeff Bezos y Bill Gates. Recientes resultados de laboratorio mostraron que la carne de imitación de la compañía contenía niveles de glifosato 11 veces más altos que su competidor más cercano.

La iniciativa más grande de EAT se llama FReSH, que la organización describe como un esfuerzo para impulsar la transformación del sistema alimentario. Los socios del proyecto incluyen a Bayer, Cargill, Syngenta, Unilever e incluso al gigante tecnológico Google.

"Empresas como Unilever y Bayer y otras empresas farmacéuticas ya son procesadores químicos -- por lo que muchas de estas empresas están muy bien posicionadas para beneficiarse de este nuevo negocio de alimentos que gira en torno al procesamiento de productos químicos y extractos necesarios para producir estos alimentos elaborados en laboratorio a escala global," dijo Leroy.

En el libro de Schwab, analiza cómo la biotecnología y los alimentos genéticamente modificados deberían convertirse en un pilar central para reparar los problemas de escasez mundial de alimentos, problemas que el COVID ha revelado y exacerbado.

Él escribe que "la seguridad alimentaria global sólo se logrará si las regulaciones sobre alimentos modificados genéticamente se adaptan para reflejar la realidad de que la modificación de genes ofrece un método preciso, eficiente y seguro para mejorar los cultivos".

Shiva no está de acuerdo. Ella le dijo a The Defender que "el FEM está haciendo alarde de ciencia falsa" y "que el Sr. Schwab promueva estas tecnologías como soluciones demuestra que El Gran Reinicio trata de mantener y potenciar una máquina de extracción corporativa y la propiedad privada de la vida".

EAT desarrolló lo que denomina como "la dieta de la salud planetaria", que el FEM defiende como la "solución dietética sostenible del futuro". Pero según Leroy, es una dieta que se supone que reemplaza todo lo demás. "La dieta tiene como objetivo reducir la ingesta de carne y lácteos de la población mundial hasta en un 90% en algunos casos y la reemplaza con alimentos hechos en laboratorio, cereales y aceite," dijo.

Shiva explicó además: "La dieta propuesta por EAT no tiene nada que ver con la nutrición, se trata de un gran negocio y de una adquisición hostil corporativa del sistema alimentario".

Según los propios informes de EAT, los grandes ajustes que la organización y sus socios corporativos quieren llevar a cabo en el sistema alimentario son "poco probables que tengan éxito si se dejan en manos del individuo" y los cambios que desean imponer a los hábitos alimentarios de la sociedad y a la comida "requieren un replanteamiento a nivel sistémico con duras intervenciones políticas que incluyan leyes, medidas fiscales, subsidios y sanciones, reconfiguración del comercio y otras medidas económicas y estructurales ".

Pero Shiva dijo que este es el enfoque equivocado, porque "toda la ciencia" muestra que las dietas deben centrarse en la biodiversidad regional y geográfica. Explicó que "la dieta global uniforme de EAT se producirá con tecnología occidental y productos químicos agrícolas. Forzar a las naciones soberanas a esto mediante grupos de presión multinacional es lo que yo llamo imperialismo alimenticio".