Un juez de Pensilvania ha fallado a favor de la campaña del presidente de EEUU, Donald Trump, decretando que la secretaria de estado, Kathy Boockvar, no tenía derecho a cambiar la fecha límite, lo que permitió a los votantes por correo presentar sus pruebas de identidad más tarde.
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© Mark Makela
De acuerdo con el fallo, los votos de quienes no se identificaron hasta el 9 de noviembre, la fecha inicial, no deben ser contados.

Boockvar extendió la fecha límite hasta el 12 de noviembre y la campaña de Trump presentó una demanda, desafiando la legitimidad de esa decisión. Se dictaminó que la secretaria de estado no tenía el poder de cambiar la fecha de forma unilateral.

La ley estatal de EEUU dictamina que los votantes tienen hasta seis días después de las elecciones, en esta ocasión hasta el 9 de noviembre, para solucionar los problemas relacionados con la falta de prueba de identificación y completar el procedimiento.

La Corte Suprema ordenó anteriormente a los condados que separaran cualquier boleta recibida tres días después del día de las elecciones, dentro del período permitido para la votación por correo.

Los funcionarios de Pensilvania estiman que hay alrededor de 10.000 votos en juego.

No era el único proceso legal que la campaña de Trump interpuso en Pensilvania. Para el 13 de noviembre está programada otra audiencia para determinar si efectivamente se contaron miles de boletas a pesar de no tener la información requerida.

La campaña del actual presidente también espera que la Corte Suprema determine si los tribunales estatales podían aceptar boletas por correo con la extensión de tres días.