Aunque el año 2020 será recordado por cómo la pandemia del nuevo coronavirus paró el mundo entero, por lo bajo se consagró el cambio del patrón en el consumo energético. Qué significa esto y qué consecuencias traerá, según el análisis brindado a Sputnik por uno de los principales economistas del continente Oscar Ugarteche.
World on fire
© CC0 / Pixabay
El coordinador del Observatorio Económico Latinoamericano ya había alertado a Sputnik que la recesión económica que se palpitaba a nivel mundial en marzo, no había sido causada por el virus, sino por el cambio de matriz energética que desde 2016 tenía en caída a la industria automotriz de los principales centros mundiales.

Casi diez meses después, indicó Ugarteche en diálogo con este medio, "los grandes signos se han mantenido todo el tiempo", aunque la gran sorpresa fue causada por la rapidez con la que se ha recuperado el comercio internacional, el cual "está a niveles más altos de los que tenía en 2019", apuntó el experto.

"Las economías están caídas pero hay un proceso de reposición de stocks por el cierre durante tanto tiempo. Esto ha hecho que se importen más bienes finales y más materias primas de los que se importan normalmente, subiendo todos los índices de volumen de comercio. Es notable", indicó Ugarteche en entrevista con este medio.

Eléctrica y electrónicos

Según el análisis del Obela, otro elemento destacado para el análisis económico del año 2020 es el cambio en el patrón de consumo, que aceleró aún más el dinamismo de los productos electrónicos de todo tipo: celulares, tablets, impresoras, laptops; en cambio, en el extremo contrario, la ropa ha caído en su tasa de crecimiento.

'Este decaimiento de la ropa sí tuvo que ver el confinamiento vivido como medida para controlar la expansión del nuevo coronavirus a nivel global.

"Si la gente no va a la oficina, no va a estudiar ni a ninguna parte, pasa con su ropa usual dentro de su casa y no compra ropa", admitió.

El otro gran cambio del año 2020 es la consolidación de un nuevo patrón de consumo energético, el cual se volvió "más doméstico", ocasionado por el teletrabajo.

En cambio el petróleo y las gasolinas sufrieron una estocada más en su larga crisis, ocasionada por las restricciones de movimiento en todo el mundo. Además de haber afectado el equilibrio fiscal de casi todas las economías debido a que buena parte de los países del mundo generan ingresos a partir de impuestos al consumo de gasolina, esto ha movido las piezas del tablero geopolítico, dónde China sigue dando sorpresas.
"Estados Unidos se ha convertido en un exportador primario de petróleo más, la novedad es que China también se ha convertido en un exportador de gasolina refinada, a precio bajo", explicó Ugarteche.
China tiene además una presencia cada vez más fuerte en el sector energético sudamericano, particularmente en el transporte público con energías limpias, que ya está instalado en las principales capitales y ciudades de la región.

China en el eje del mundo

El economista explicó que China exporta a precios bajos dada su alta capacidad de refinación de gasolina, destinada mayormente a la exportación, dada la fuerte inversión en energías limpias que el gigante asiático lidera.

"La competencia del mercado de gasolina refinada va a crecer con la presencia de China. El primer síntoma de que algo no está bien es que Exxon, la petrolera más grande del mundo, ha asumido pérdidas horribles y ha sido duramente criticada", apuntó Ugarteche para graficar cómo el nuevo escenario sonríe hacia el Oriente del mundo.

En su análisis, aunque el conflicto entre Washington y Pekín haya tenido un impasse a comienzos de año, este va a seguir ahí "porque el problema de EEUU con China es tecnológico y además, no puede vivir sin ella, no puede dejar de importar el conocimiento que genera en sus Universidades", explicó.

Para explicar lo que se viene refirió un término acuñado por la economista argentina Cecilia Ríkap que refiere al trato entre estas dos potencias como frienemies o friendly enemies, que significa "enemigos amistosos" en inglés.

Por otro lado, el retiro de Estados Unidos — a instancias de su presidente Donald Trump — de los principales organismos multilaterales fue aprovechado por China, que avanzó sobre ese vacío de liderazgo que los norteamericanos dejaron.

"En la Organización Mundial de la Salud esto fue clarísimo cuando Estados Unidos retiró su aporte y China lo aumentó. Esa es la figura del multilateralismo ahora: este año se consagró un desplazamiento. El 2020 será recordado como el año en que Occidente perdió el liderazgo", afirmó el analista consultado por Sputnik.

Hasta con la vacuna para el nuevo coronavirus puede marcarse una diferencia, debido a que las vacunas chinas tienen mayores facilidades de transporte y conservación que las demás, pero sobre todo, tienen un costo más bajo de producción.

"Su vacuna es más barata de producir y no exige pago de derechos de autor, porque son un país comunista. El próximo año vamos a ver cómo China va a colocar su vacuna en el mundo, a través de la OMS", concluyó.