Traducido por el equipo de SOTT.net en español
The progressive standoff
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Finalmente se ha logrado lo que su élite ha impulsado.

Estados Unidos es un país unido: su senado, su congreso y su futuro presidente se guían por la misma ideología "progresista" que también comparten su élite financiera, la industria cultural, el mundo académico y, por supuesto, los principales medios de comunicación.

Estados Unidos está institucionalmente unida pero los estadounidenses no podrían estar más divididos.

Los Estados Unidos han sido un campo de pruebas sociales durante un tiempo. Pero desde ahora y hasta nuevo aviso, no hay ninguna oposición establecida o institucional a este innovador experimento.

Pero soy optimista, le daría el tiempo necesario. Podemos descubrir pronto que a todos estos llamados "reaccionarios" rebeldes, "vaqueros", "palurdos" y "deplorables" les gusta la nueva oferta cultural y espiritual. Pueden ser rápidos en adoptar el espíritu revolucionario. Podrían, por ejemplo, estar de acuerdo en desechar sus creencias delirantes en que el género es un asunto binario. En cuatro u ocho años, ningún estadounidense podrá recordar lo que significaba el hombre o la mujer.

Tras el rápido desmantelamiento de las fuerzas policiales, los ladrones y asaltantes estadounidenses también se transformarán rápidamente. Pacíficamente llamarán a su puerta. Se presentarán y explicarán la razón de su voluntad de obtener algunas de sus pertenencias. Usted, por su parte privilegiada, puede ahorrarles la energía, para entonces también se dará cuenta de que lo que es valioso para usted mejor que pertenezca al pueblo. El cambio será tan inmenso que los reaccionarios entusiastas de la 2da. Enmienda desarrollarán voluntariamente la repulsión hacia sus propias armas. Se encontrarán entregando sus juguetes letales al centro de reciclado local, incluso pueden pedir ser testigos del derretimiento de su pistola Colt 45.

Es probable que más temprano que tarde, estemos tan acostumbrados a estar encerrados en nuestros hogares que dejemos de buscar cualquier compromiso social significativo, por no hablar de la intimidad de naturaleza libidinal que puede exponernos a los asquerosos gérmenes de otras personas.

Desde el primer día de su presidencia, deduje que para cuando Trump termine su papel histórico, los Estados Unidos se verán reducidos a un país muy pequeño e insignificante. Esto no es algo malo. Estados Unidos es, por ahora, un peligro mucho menor para la paz mundial, y mucho menos para sí misma.

No voy a sentir nostalgia de Trump, Kushner o Adelson. Nunca pensé que Trump limpiaría el pantano y no entendía por qué él creía que él mismo no era parte de ello. Trump era y sigue siendo un personaje muy peculiar. Fue amado y admirado por muchos. También fue odiado por al menos otros tantos. La gente que ama a Trump (y hay muchos de ellos) sabe exactamente lo que les gusta de él. La gente que siente repulsión por el hombre y por razones comprensibles, también saben lo que no pueden tolerar de él. Trump es ciertamente un auténtico "personaje", no algo que pueda decirse de ninguno de sus rivales. Trump fue brillante al trazar las líneas de la batalla que se inflige en todos nosotros. Claramente no fue muy hábil o sutil en la lucha o en la dirección de esta batalla, y mucho menos en ganarla.

Tal vez nadie es lo suficientemente hábil, valiente o sofisticado para dirigir una batalla tan imposible. Podría ser mucho más sencillo identificar los elementos culturales e ideológicos que nos imponen esta guerra a todos nosotros. Deberíamos entonces desarraigar esta cultura y exponer a sus representantes.