La legalización permitirá que se cierren miles de causas judiciales contra mujeres que interrumpieron sus embarazos.
Alberto Fernandez Argentina
© Agustín Marcarian / ReutersEl presidente de Argentina, Alberto Fernández, interactúa con los asistentes en Buenos Aires. 14 de enero de 2021
El presidente de Argentina, Alberto Fernández, promulgó este jueves la Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo que el Senado aprobó el pasado 30 de noviembre, y que permitirá que, a partir de ahora, puedan abortar sin restricciones hasta la semana 14 de gestación las mujeres mayores de 16 años que así lo deseen.

"Es un día de felicidad porque estamos haciendo una sociedad más igualitaria, debo confesar que es un día de alegría por algo más, porque cumplí mi palabra, hice campaña diciendo que iba a promover esto y hoy es ley", afirmó en el evento realizado en el Museo del Bicentenario.

El mandatario agregó que, para muchas mujeres, la ley representa la culminación de un tiempo de lucha. "Durante muchos años bregaron para que el aborto deje de ser un delito y obligue a exponerse a la clandestinidad con los riesgos que conlleva. En esa lucha hubo básicamente mujeres pero también hubo hombres", dijo frente a legendarias feministas que pelearon durante décadas por este derecho.


En ese sentido, recordó que él mismo, ya en 1985, convocaba a un curso en la Facultad de Derecho titulado "Aborto y la conveniencia de sus castigos", en el que trataba de decirles a los alumnos que las sanciones no eran la solución.

"La verdad es que las mujeres son las primeras víctimas de esa desigualdad, pero muchos hombres nos sentimos muy mal conviviendo con esa desigualdad, me parece que estamos dando un paso importantísimo para que esta sociedad sea un poco más igual", afirmó.

Por la equidad

También recordó que el año pasado, que fue el primero de su gobierno, se llegó a preguntar medio en serio y medio en broma, qué más le podía pasar, ya que había recibido el país con una profunda crisis económica, luego llegó la pandemia y después tuvo que sacar al país de la amenaza de cesación de pagos de la deuda externa.
"Y en el medio de todo esto, a ustedes se les ocurrió terminar con el patriarcado. Créanme que estoy muy feliz de estar poniéndole fin al patriarcado, es una gran injusticia que se ha vivido en la humanidad", afirmó.



Comentario: Es evidente que el presidente está intentando congraciarse con los grupos de izquierda para los cuales un concepto como el patriarcado, una entidad global que oprime a las mujeres con motivos maquiavélicos, es la razón de todos los males de la humanidad.


El presidente celebró que la mujer o persona gestante que no desee continuar un embarazo pueda interrumpirlo, y que el Estado esté presente para garantizarle la salud que la clandestinidad le arrebata.

"Es llamativo que en el siglo 21 estemos discutiendo estas cosas. Nadie puede sentirse en paz consigo mismo viviendo en una sociedad sin igualdad. Todos somos seres humanos, todos tenemos capacidad de decidir, nadie pesa más por su sexo", dijo.

Fernández reconoció que quedan tareas pendientes como garantizar una educación sexual que ayude a prevenir embarazos no deseados, o terminar con muchas otras inequidades.

"Hoy empezamos a escribir otra historia para buscar más derechos en los desequilibrios que todavía existen. Esta batalla se va a terminar el día que las mujeres tengan el mismo salario que los hombres, cuando no haya discriminación y no pierdan el trabajo por estar embarazadas. Hay que cambiar en leyes y en la cabeza de la gente, pero ya empezamos a hacerlo", señaló.

En términos políticos, el presidente agradeció a las y los diputados y senadores de la oposición por el apoyo que dieron a la iniciativa.

"Hoy estamos haciendo una mejor sociedad, definitivamente. Estamos dando más libertades a las mujeres. Parece una frase, pero es un paso inmenso. Es una lucha colectiva donde las mujeres tomaron las banderas, tomaron las calles, reclamaron por derechos, y la lucha de hombres que apoyaron. A todas y a todos les doy las gracias", afirmó.

Emoción

La ministra de Mujeres, Géneros y Diversidad, Elizabeth Gómez Alcorta, reconoció que este era un día muy emotivo e importante porque no solo se promulgó la legalización del aborto, sino la la Ley del Cuidado Integral de la Salud durante el Embarazo y la Primera Infancia, mejor conocida como la Ley de los Mil Días, a través de la cual el Estado brindará programas sociales especiales a las mujeres durante sus embarazos deseados y en los primeros dos años de vida de sus hijos e hijas, bajo la premisa de respetar y apoyar tanto a las que eligen ser madres como a las que no.

"Estamos haciendo historia", resumió al advertir que este es un logro colectivo de los feminismos, del movimiento de mujeres y las diversidades, y de un gobierno que se comprometió con la lucha.

La secretaria Legal y Técnica de la Presidencia, Vilma Ibarra, ofreció un discurso que quedó marcado por las lágrimas intermitentes que escapaban de sus ojos, y que representaron el esfuerzo que implicó para las mujeres argentinas alcanzar el derecho de decidir sobre sus propios cuerpos.

"En esto han dejado su vida casi 3.000 mujeres desde que recuperamos la democracia. En esa clandestinidad se han sentido humilladas. Hoy venimos a reparar esto", dijo con la voz entrecortada.


"Hasta hoy, el Estado respondió con amenaza de cárcel, con cárceles efectivas, con clandestinidad y riesgo para la salud. A partir de ahora cambiamos este paradigma. El Estado va a recibir a las mujeres y personas gestantes en su sistema de salud, las va a tratar con dignidad y respeto, eso nos pone en un nuevo lugar para la sociedad", festejó.

También aclaró que nadie va a tener que tomar decisiones contra sus convicciones o creencias.

"Lo que cambiará es que ya no habrá muertes en abortos clandestinos, habrá menos lesiones para la salud de las mujeres, menos perforaciones de útero, menos humillaciones, menos sufrimiento, y esa reparación que hace hoy el Estado nos enorgullece profundamente", dijo entre ovaciones de las mujeres presentes.