Los astilleros públicos españoles (Navantia) han participado esta semana en una de las ferias navales más importantes del mundo. Se trata de la Nevdex 2021, celebrada en Abu Dabi, donde la compañía ha desplegado toda su oferta militar para captar nuevos contratos. Las cinco corbetas que se construyen en la factoría de San Fernando para la Marina de Arabia Saudí han sido un aval para otros países, caso de Egipto y Kuwait, interesados en contratar los servicios de la empresa española para futuros programas de renovación de flota.
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Navantia mantiene silencio sobre la situación en la que se encuentra este proyecto naval con Arabia, pero LA VOZ ha podido saber que el equipo comercial y técnico encargado de las negociaciones ha dado un paso más ante un acuerdo definitivo. Todo apunta a que las negociaciones con el Gobierno de Riad se encuentran muy avanzadas para la construcción de dos buques anfibios (LPD), similares al 'Galicia' de la Armada española, y ocho lanchas de desembarco, basadas en las que se construyeron para Australia en el astillero isleño.

La relación con Arabia Saudí va viento en popa, pero la firma de nuevos acuerdos militares no depende en exclusiva de Navantia, ya que la última palabra en este aspecto la tiene el Gobierno de la nación, como ocurrió con el contrato de las cinco corbetas. No obstante, las conversaciones están muy avanzadas y la empresa pública española busca ahora meter cabeza en el programa abierto por Arabia para cinco fragatas.

Los contactos entre ambos países siguen al más alto nivel. El embajador de España en Riad, Álvaro Iranzo, mantuvo recientemente una reunion con el CEO de la empresa estatal SAMI (Saudi Arabiam Military Industries), Walid Abukhaled, para estudiar la posibilidad de llevar a buen puerto estas obras navales. No hay que olvidar que, precisamente, esta empresa se creó a raíz del contrato de las corbetas.

Navantia ha estado presente en la feria Navdex 2021 con dos stands, donde ha presentado un nuevo patrullero (BAM) y ha puesto como referencia tecnológica la fragata F-105 de la Armada, la 'Cristóbal Colón'.

Navantia ha participado en la feria de Nevdex, en Abu Dabi, donde Egipto y Kuwait también han mostrado interés por su oferta naval

La empresa española ha avanzado con los técnicos saudíes un modelo especial de buque anfibio, es decir, ha diseñado un traje a medida para cubrir las necesidades del cliente. Para ello, ha puesto sobre la mesa los buques anfibios 'Galicia' y 'Castilla', además del porta-aeronaves 'Juan Carlos I', mientras que en el plano de las fragatas, la compañía, según ha podio saber LA VOZ, también ha realizado una faena de confección con la presentación del modelo Alpha 400, que es una fusión tecnológica de las F-100 y F-110 españolas, amén de los destructores AWD de Australia, y las F-310 noruegas.

El Gobierno de Riad está interesado en la compra de dos buques anfibios para el transporte de tropas y con capacidad para el despliegue de blindados, helicópteros y lanchas de desembarco. La nueva iniciativa de la Marina saudí se dio a conocer de manera muy tímida en la primavera de 2019, pero lo que fue un deseo se ha convertido ahora en una realidad y todo apunta a que Navantia se encuentra en la recta final para la firma de un nuevo acuerdo. La sección de ingeniería de Navantia ha trabajado a destajo durante meses en el diseño y desarrollo de ambos programas para que se adapten a las necesidades del cliente.

Así, los ingenieros de Navantia han tomado como referencia los dos buques anfibios (LPD) de la Armada española y, sobre ellos, se han realizado algunas modificaciones. Se trata de los buques 'Galicia' y 'Castilla', ambos con base en Rota, y construidos entre 1995 y 1998 en el astillero de Ferrol por la antigua Izar. Se trata de dos buques con hangar para cuatro helicópteros y la posibilidad de transportar hasta 600 efectivos, además de carros de combate. Cuentan también con un hospital en su interior. No hay que olvidar que el embajador de Arabia en España, su Alteza el Príncipe Mansour Bin Khalid Al Farhan Al-Saud, visitó en enero de 2020 la planta isleña para comprobar el desarrollo de la obra de las corbetas y también visitó el astillero de Puerto Real, donde comprobó 'in situ' el potencial de sus grúas y el dique para una obra como la de los buques anfibios. Sin embargo, la crisis del coronavirus retrasó, en cierto modo, la toma de decisiones sobre este asunto. El proyecto naval cobra ahora más fuerza.

Una sociedad gestora

Arabia y España, a raíz del contrato de las corbetas, constituyeron una sociedad conjunta para el desarrollo de proyectos de defensa. De esta forma nació SAMI (Saudi Arabian Military Industries) en 2018. Así, SAMI-Arabia posee el 51% , mientras que Navantia cuenta con el 49% restante. Precisamente, esta sociedad de colaboración es del foro donde se debate este nuevo contrato naval. No obstante, la aprobación definitiva de un nuevo contrato militar con Arabia tiene que pasar antes por el Consejo de Ministros que preside el socialista Pedro Sánchez y su aprobación, en caso de que salga adelante el proyecto, se antoja complicada si tenemos en cuenta que el PSOE gobierna en coalición con Podemos, que ya puso algunas pegas al contrato de las corbetas.

Las expectativas abiertas con Arabia no son las únicas de Navantia en el plano internacional. También puja por hacerse con contratos navales en India y Reino Unido. El Gobierno de India, por ejemplo, quiere seis submarinos.

Navantia se sumó en julio de 2019 al concurso abierto por el país asiático para designar al socio extranjero de los astilleros indios que se encargarán de construir los sumergibles, dentro de un plan ambicioso para aumentar su flota. Igualmente, Navantia presentó en 2018 una oferta para construir cuatro buques anfibios para la Marina de India. La oferta de los astilleros españoles está inspirada en el buque LHD de la Armada española 'Juan Carlos I'. Navantia participa, junto al astillero local Larsen & Toubro, en el diseño y construcción de cuatro unidades anfibias con capacidad de portaeronaves.

Alianzas internacionales

Otro de los concursos a los que opta Navantia es a la construcción de tres buques logísticos para la Royal Navy inglesa. Precisamente, Navantia presentó en Londres en septiembre de 2019, junto con su socio británico BMT, su propuesta de barco para el programa de diseño y construcción de tres buques logísticos (FSS), que realizarán el aprovisionamiento en la mar de la flota. Navantia aporta en este concurso su experiencia en la construcción de buques de similares prestaciones (Armada española y Armada australiana), mientras que BMT aporta unas capacidades de diseño ya probadas.

De hecho, Navantia ha buscado nuevas alianzas en Reino Unido para fortalecer su oferta y el pasado mayo firmó un acuerdo exclusivo con el astillero Harland & Wolff, de Belfast -el constructor del famoso Titanic-, para presentarse conjuntamente a la oferta de tres buques Fleet Solid Support (FSS) para la Royal Fleet Auxiliary, de la Royal Navy británica. Este concurso, de momento, está parado.

Navantia ha logrado en el plano internacional un nuevo contrato. Se trata el acuerdo alcanzado con Marruecos para la construcción de un patrullero y que fue adelantado por la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, el pasado enero en San Fernando durante una visita a la obra de las corbetas saudíes. Es un barco muy similar a los cuatro Buques de Vigilancia del Litoral (BVL) que fabricó el astillero isleño en 2005 para el gobierno de Venezuela, entonces presidido por Hugo Chávez.

Este tipo de patrulleros de altura están diseñados para la vigilancia del litoral y tareas de salvamento y disponen de cubierta para helicópteros. Por sus características, resultan adecuados para evitar la salida de pateras con migrantes irregulares.

La obra de este barco supondrá un millón de horas de trabajo para los astilleros de la Bahía de Cádiz, cerca de 250 empleos durante los próximos tres años y medio. En estos mismos astilleros también se construirá el Buque de Acción Marítima de Intervención Subacuática (BAM-IS) para la Armada española.

Marruecos comunicó en abril de 2020 las especificaciones del contrato para la construcción del patrullero, por el que se interesaron astilleros de varios países. Navantia presentó su oferta en agosto del mismo año y un equipo de la compañía se desplazó a Marruecos para negociar los aspectos técnicos y comerciales.

Desde septiembre, los contactos entre Navantia y la Administración de la Defensa Nacional marroquí fueron permanentes para adecuar todas las especificaciones técnicas del buque a los requisitos de su Marina y cumplir la hoja de ruta acordada en la negociación.

El contrato incluye el diseño del buque. Una vez finalizados los trabajos de ingeniería, comenzará su construcción. Navantia ya suministró patrulleros y una corbeta a la Marina Real de Marruecos en los años ochenta y este contrato retoma esa senda.

El patrullero de altura se inserta dentro del Plan Estratégico de Navantia. Es un buque muy demandado en el ámbito internacional, con las consiguientes oportunidades de exportación a otros países.