(España) - Pablo Iglesias anunció su dimisión el pasado martes tras la debacle de Podemos en las elecciones de la Comunidad de Madrid. El que fuera líder del partido morado anunció su marcha de la política, por lo que no recogerá su acta de diputado en la Asamblea de Madrid, circunstancia que le permitirá seguir cobrando la indemnización de exvicepresidente de 5.316,4 euros durante los 13 próximos meses.
Pablo iglesias
Esta remuneración es incompatible con el desempeño de cualquier otro cargo, tanto público como privado. Al no recoger el acta, Iglesias sí podrá seguir ingresando dicha cantidad, incumpliendo así el código ético de la formación, creado por él mismo, que en su artículo 12 establece que los cargos públicos del partido no percibirán "ninguna remuneración ni cesantías de ningún tipo una vez finalizada su designación en el cargo".

Además de esta indemnización, el marido de Irene Montero también mantendrá nueve escoltas que velarán por su seguridad en los próximos meses. Los agentes han sido designados por el Ministerio del Interior para su protección personal. Según cuenta Ok Diario, la cifra es algo inferior a los 13 que llegó a tener cuando ejercía el cargo de vicepresidente, pero suficiente para salvaguardar su integridad física.

Así las cosas, exlíder de Podemos y su mujer, la ministra de Igualdad, estarán protegidos en todo momento. Los agentes seguirán custodiando los alrededores de su casoplón en La Navata, una de las zonas más chic de Galapagar. En esos más de 2.352 de parcela es donde Iglesias se toma un tiempo de descanso tras el petardazo electoral. Allí está acompañado por su esposa y sus tres hijos, los mellizos Leo y Manuel, y la pequeña Aitana. Ellos son los que le sacan una sonrisa en estos complicados momentos.

Iglesias y Montero compraron la vivienda, reformada en 2002, por unos 600.000 euros, según dijeron por aquel entonces. Sin embargo, promotores inmobiliarios de la zona aseguran a Informalia que su precio rondaba el millón de euros. La casa consta de tres baños, tres dormitorios, un amplio hall, salón comedor, cocina equipada, piscina privada, jardines,... Y lo más importante, "goza de una total privacidad y espectaculares vistas", según anunciaban desde la inmobiliaria.