La cancillería del régimen israelí rechazó todas las solicitudes que hizo Sven Koopmans, el nuevo enviado de la UE para el proceso de paz en Asia Occidental, con el propósito de reunirse con los diplomáticos y responsables militares de Israel durante su primera visita a Al-Quds (Jerusalén) la semana pasada, informó el miércoles el portal estadounidense Axios.
Sven Koopmans
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El boicot, según dijeron funcionarios israelíes, era para protestar por la actuación del jefe de la Diplomacia de la UE, Josep Borrell, ante los recientes combates en la Franja de Gaza.

De acuerdo con las fuentes israelíes, Borrell no condenó, como quería Israel, los ataques de represalia de los grupos de la Resistencia palestinos a los territorios ocupados durante la operación, denominada 'Espada de Al-Quds', ni apoyó suficientemente las ofensivas indiscriminadas israelíes a la asediada Gaza.

Hace dos semanas, la cancillería israelí le dijo a Koopmans que el momento de la visita no era bueno y que debía posponerla, después de que el diplomático alemán pidiera una visita a los territorios ocupados palestinos.

Koopmans visitó de todas formas la ciudad cisjordana de Ramalá, la ciudad de Ashkelon, en el sur de los territorios ocupados, así como la Franja de Gaza, blanco de bombardeos israelíes durante la batalla de 11 días.

En una declaración hecha pública durante los enfrentamientos, Borrell condenó el cruce de fuego entre Israel y los grupos de Resistencia palestinos y dijo que "debería cesar inmediatamente".

"Reiteramos nuestro llamamiento a todas las partes para que realicen esfuerzos de desescalada. Es prioritario evitar más víctimas civiles", afirmó el diplomático español.

Del 10 al 21 de mayo, se registró una nueva escalada de violencia israelí contra Gaza, que provocó la mayor crisis en el enclave costero palestino desde la guerra de 2014. Al menos 290 palestinos, incluyendo 69 niños, perdieron la vida como consecuencia de los ataques perpetrados por el régimen de Tel Aviv.

Ante tal escenario, la Resistencia palestina tomó la iniciativa y respondió con más de 3000 misiles y cohetes, que sobrevolaron la ciudad israelí de Tel Aviv y más allá, por lo que Israel aceptó el 21 de mayo "sin condiciones" un cese bilateral de las hostilidades con la Resistencia palestina.

Organizaciones pro derechos humanos como Amnistía Internacional (AI) acusaron a Israel de cometer "crímenes de lesa humanidad" contra los palestinos. Otras como Human Rights Watch (HRW) condenaron el silencio cómplice de la comunidad internacional, incluida la UE, ante la barbarie israelí.