El bloqueo de fondos se produce en momentos que el gobierno venezolano busca dar un impulso a su plan masivo de vacunación contra el COVID-19.
Los países sancionados "tenemos además la dificultad del bloqueo contra nuestros pueblos para acceder a tratamientos, equipamiento, a vacunas", dijo la vicepresidenta venezolana Delcy Rodríguez en declaraciones difundidas por la televisión estatal.
El gobierno "con gran sacrificio logró pagar la cuota de 120 millones de dólares que corresponde para que Venezuela tenga acceso al lote de vacunas", mediante COVAX. El lunes se recibió en Suiza la notificación de que la última porción del monto a pagar quedó en un limbo.
COVAX informó en un comunicado que desde el 13 de abril, la Alianza Mundial para Vacunas e Inmunización (GAVI, por sus siglas en inglés), "ha recibido 12 transacciones de Venezuela" por un monto de más de 109.9 millones de dólares, resaltando que todavía están pendiente unos 10 millones de dólares", indicó Rodríguez.
"¿Porque este balance? Venezuela pagó la cuota completa que requiere COVAX", pero "los últimos cuatro pagos fueron bloqueados", aseveró. La vicepresidente indicó que COVAX recibió la notificación del banco suizo UBS "que los pagos han sido bloqueados y están bajo investigación".
El "lobby estadounidense tiene el poder de bloquear unos recursos que van para inmunizar a la población de Venezuela", expresó.
Comentario: Al parecer, EE.UU. no tiene ninguna prisa en sumistrarles la vacuna para la "pandemia". Ni el muñeco imperialista Guaido tiene intenciones de ayudar a sus compatriotas.
Citando "razones legales y regulatorias", una vocera del banco suizo dijo a The Associated Press que no podía comentar sobre asuntos relacionados con sus clientes potenciales.
Sin dar detalles, la portavoz aseguró que UBS cumple "con los requisitos legales y regulatorios aplicables en todas las jurisdicciones, incluidos los respectivos regímenes de sanciones, que incluyen al menos las sanciones impuestas actualmente por Suiza, la ONU, el Reino Unido, la UE y los EEUU".
Comentario: La comunidad internacional, en particular los occidentales, se han pasado el último año haciendo alarde de que hay una "pandemia" que se extiende por todo el planeta y que la única manera de detenerla es mediante la vacunación de toda la población, incluidos los bebés, y al mismo tiempo guardan silencio sobre las sanciones de Estados Unidos que impiden que Venezuela ayude a hacer precisamente eso -a pesar de la voluntad del gobierno de Maduro de poner en peligro a los venezolanos inyectándoles esos productos peligrosos de las farmacéuticas-.
Está claro que no se trata de una pandemia mortal y que no se necesitan estas vacunas experimentales, plagadas de escándalos, para detener el relativamente inofensivo coronavirus:
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