RTmar, 03 ago 2021 00:32 UTC
La nueva asignación de DEG le permitiría recibir a Argentina el equivalente a 4.355 millones de dólares a fines de agosto, pero los utilizará para pagar su deuda con el mismo organismo.
© Reuters / Johannes Christo / ReutersUn participante se para cerca de un logotipo del FMI en una reunión anual del Banco Mundial en 2018
El Fondo Monetario Internacional (FMI) aprobó este lunes la nueva asignación de los Derechos Especiales de Giro (DEG), por un total de
650.000 millones de dólares, a los países miembros.
El dinero se redistribuirá entre las naciones que más lo necesiten para paliar los efectos de la pandemia,
según su cuota de participación en el organismo. La asignación general de DEG entrará en vigor el 23 de agosto de 2021.
En el caso de Argentina, que tiene una participación del 0,67 %, recibiría
4.400 millones de dólares, que utilizará para abonar intereses de deuda con ese mismo organismo, según
reconoció semanas atrás la vicepresidenta Cristina Kirchner.
"Esta es una decisión histórica:
la mayor asignación de DEG en la historia del FMI y una inyección de ánimo para la economía mundial en un momento de crisis sin precedentes", dijo la directora gerente del FMI, Kristalina Georgieva, según reza un
comunicado de la entidad multilateral de crédito.
"La asignación de DEG beneficiará a todos los miembros, abordará la necesidad mundial de reservas a largo plazo, generará confianza y fomentará la resiliencia y la estabilidad de la economía mundial.
Ayudará particularmente a nuestros países más vulnerables que luchan por hacer frente al impacto de la crisis de covid-19", consideró Georgieva.
Asimismo, la titular del Fondo anunció que continuarán "trabajando activamente con los países a fin de identificar opciones viables que permitan canalizar voluntariamente DEG de los países miembros más ricos a los más pobres y vulnerables, para
apoyar su recuperación de la pandemia y para que logren un crecimiento resiliente y sostenible".
Por otra parte, el organismo estudia la posibilidad de que los países miembros que tienen posiciones externas sólidas distribuyan voluntariamente una parte
de sus DEG para ampliar los préstamos a los países de bajo ingreso que pueden acceder a través del Fondo Fiduciario para el Crecimiento y la Lucha contra la Pobreza (FFCLP) del FMI, un mecanismo que en la actualidad no exige intereses.
El DEG es un activo de reserva internacional creado en 1969 por el FMI para complementar las reservas oficiales de los países miembros. Se basa en una cesta de cinco monedas principales: el dólar de EE.UU., el euro, el renminbi chino (RMB), el yen japonés y la libra esterlina.
Comentario: Tal vez sonemos demasiado desconfiados del FMI cuando hace anuncios sobre cientos de miles de millones que van a ser distribuidos de manera "desinteresada" a los países del mundo que hacen parte de su organización. El FMI nunca se comporta de manera altruista, y este tipo de prestamos siempre vienen atados a condiciones en los que las naciones soberanas pierden control sobre sus territorios y recursos.
Sin embargo, asumiendo que esta iniciativa sea completamente desinteresada como un estimulo a las economías que atraviesan complicaciones severas, sigue siendo una mala idea.
Este tipo de inyección fiduciaria intenta emular las ganancias de una economía activa, pero solo funcionara para mantener cierto tipo de estabilidad artificial, lo cual culminaría en una inflación insostenible. Así que la idea no es reactivar la economía, es mantenerla estancada en su actual estado.
Por otro lado, es interesante el monto al que asciende el DEG, añadido a las recientes medidas por parte de los gobiernos occidentales para manipular a sus poblaciones a tomar una vacuna, se empieza a revelar una desesperación por parte de nuestros lideres por mantener el control de sus poblaciones.
Comentario: Tal vez sonemos demasiado desconfiados del FMI cuando hace anuncios sobre cientos de miles de millones que van a ser distribuidos de manera "desinteresada" a los países del mundo que hacen parte de su organización. El FMI nunca se comporta de manera altruista, y este tipo de prestamos siempre vienen atados a condiciones en los que las naciones soberanas pierden control sobre sus territorios y recursos.
Sin embargo, asumiendo que esta iniciativa sea completamente desinteresada como un estimulo a las economías que atraviesan complicaciones severas, sigue siendo una mala idea.
Este tipo de inyección fiduciaria intenta emular las ganancias de una economía activa, pero solo funcionara para mantener cierto tipo de estabilidad artificial, lo cual culminaría en una inflación insostenible. Así que la idea no es reactivar la economía, es mantenerla estancada en su actual estado.
Por otro lado, es interesante el monto al que asciende el DEG, añadido a las recientes medidas por parte de los gobiernos occidentales para manipular a sus poblaciones a tomar una vacuna, se empieza a revelar una desesperación por parte de nuestros lideres por mantener el control de sus poblaciones.