Un debate que tuvo como objetivo presentar datos, estudios y análisis de diferentes científicos sobre las estrategias ante la pandemia de COVID-19.
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«No voy a ser cómplice de esto», señaló la ex ministra de Sanidad, Maria Luisa Carcedo en el momento en que abandonaba el debate. Era el instante preciso en el que se ponían sobre la mesa datos oficiales de personas fallecidas tras haber recibido la vacuna contra el COVID-19.

El debate tuvo lugar ayer sábado por la tarde, y su contenido completo puede verse en el video que facilitamos a continuación.

Al debate había sido invitada la ex ministra de Sanidad, María Luisa Carcedo, así como el presidente del Colegio de Médicos, Manuel Martínez-Sellés. En el debate participaban también el cirujano Juan José Martínez, el Doctor en Medicina Ruiz Valdepeñas, la doctora de familia Natalia Prego. Estaba también confirmada la presencia de Don Iñaki Pérez, es rector de la Universidad del País Vasco, que finalmente no acudió. El debate fue moderado por Federico Ruiz de Lobera.

El objeto del debate era poder contraponer argumentos sobre la gestión de la pandemia, presentando informes y datos para poder tratar de dilucidar los distintos puntos de vista que se están dando.

Se trataba, en definitiva de poder arrojar luz a una cuestión fundamental en este momento: qué medidas se han tomado y se toman para frenar la pandemia, qué eficacia han tenido, a qué intereses responden los diferentes actores, qué papel están jugando las vacunas, cuál es el riesgo del tratamiento en pacientes sanos, en niños, en embarazadas, en mujeres.

Un debate de gran interés por los datos que se aportan, por las visiones que se confrontan y por la necesidad de poder escuchar distintos puntos de vista, que emanan del ámbito científico sobre cuestiones de interés general.

Sin embargo, la ex ministra se mostró incómoda en todo momento. Al igual que el presidente del Colegio de Médicos. Señalaron que no habían sido debidamente informados de los perfiles que participarían con ellos en el debate, y en el momento más álgido, cuando se puso sobre la mesa el número de personas fallecidas tras haber recibido la vacuna, Carcedo decidió poner fin a su presencia, señalando que ella «no quería ser cómplice», dando a entender que hablar sobre estas cuestiones convierte automáticamente a alguien en «colaborador» de algún tipo de teoría «de la conspiración», que es como se está tratando a los científicos, médicos, y expertos que están siendo críticos con la información facilitada.