El endeudado gigante inmobiliario chino Evergrande debía realizar un pago de intereses de bonos por 47,5 millones de dólares el miércoles 29 de septiembre, pero no afrontó su compromiso ni comunicó nada al respecto. Es el segundo incumplimiento multimillonario en menos de una semana, lo que generó dudas y temores sobre un posible default, lo que provocaría graves consecuencias en la economía china y en los mercados financieros globales.
Evergrande group
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Algunos tenedores extranjeros de bonos de China Evergrande Group no recibieron el pago de intereses al cierre del horario comercial de Asia el miércoles, según informó Reuters, incumpliendo su segunda obligación de deuda en dólares en una semana.

El silencio de Evergrande sobre sus obligaciones de pago no cumplidas en el extranjero, genera gran incertidumbre y deja a los inversores globales preguntándose si tendrán que asumir grandes pérdidas cuando finalicen los periodos de gracia de 30 días para los pagos de vencimientos al 23 y 29 de septiembre.

Ningún portavoz de Evergrande realizó comentario alguno hasta el momento ni se emitió comunicado oficial de ningún tipo.

La deuda del gigante inmobiliario asciende a los 305.000 millones de dólares, equivalente al 2% del producto interno chino, mantiene en alerta a la comunidad financiera internacional por el temor a que la situación afecte los mercados mundiales.

Ante esta situación, Evergrande sigue vendiendo acciones con el objetivo de evitar el colapso. Siendo el régimen comunista chino quien sale al rescate en la compra accionaria.

La compañía vendió esta semana casi el 20% de las acciones de un banco a un conglomerado financiero ligado al Partido Comounista Chino (PCCh). El gobierno utiliza a las empresas gubernamentales para evitar el colapso de la empresa que lleva vendidas más de un millón de casas y no las puede construir por falta de liquidez.

Las acciones corresponden al Shengjing Bank, uno de los principales prestamistas de Evergrande, y el total de la transacción fue de 9,99 mil millones de yuanes (1,5 mil millones de dólares).

El Shengjing Bank puso como condición que los ingresos netos de la operación se utilizaran pura y exclusivamente para liquidar las obligaciones financieras del desarrollador inmobiliario adeudadas al prestamista.

El requisito, aceptado por Evergrande, impidió utilizar esos fondos para saldar las deudas vencidas el miércoles.

Mientras tanto, el régimen de Xi Jinping está presionando a las empresas gubernamentales y a promotores inmobiliarios respaldados por el Estado como China Vanke Co Ltd para que adquieran algunos de los activos de Evergrande, informaron a Reuters personas con conocimiento del asunto.

El tamaño de la deuda de Evergrande resulta tan grande, que prácticamente imposibilita al régimen comunista chino la posibilidad de rescatar a la firma del colapso.

Por este motivo, las autoridades esperan que las compras de activos eviten o al menos mitiguen cualquier malestar social que pudiera producirse en caso de que Evergrande padeciera un colapso total y desordenado.

Evergrande es una de las mayores empresas privadas de China y uno de los líderes internacionales en la industria inmobiliaria. Sus oficinas emplean a más de 200 mil personas de forma directa, y además genera al menos 3,8 millones de empleos indirectos.

Es por esto que su eventual caída tendría serias repercusiones para la economía china y también para el resto del mundo. Los especialistas temen que el endeudamiento del sector inmobiliario afecte también al bancario y financiero.