Europa pagó por su 'hýbris' y terminó cautiva por la crisis del gas debido a sus propios errores, escribe Forbes.
Gas natural
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"La lección principal es esta: es imposible llevar a cabo transformaciones en el sector energético sin crear un número suficiente de capacidades básicas de generación confiables y rentables", señala el columnista de Forbes, Ariel Cohen.

En su opinión, fue el deseo de cambiar abruptamente a la energía verde lo que debilitó a Europa.

Cohen también culpa a Rusia y caracteriza sus acciones por el término "póquer energético". Al mismo tiempo, admite que los proyectos rusos, incluido el gasoducto Nord Stream 2, son efectivos. Según Jack Sharples, investigador del Instituto Oxford de Investigación Energética, se puede acusar a Moscú de utilizar el gasoducto con fines políticos solo si "de repente obtiene gas extra de su bolsillo trasero".


El 15 de octubre, el vicepresidente de la Comisión Europea (CE), Frans Timmermans, reconoció que Gazprom cumple plenamente con los contratos a largo plazo de suministro de gas a los países de la Unión Europea.