Traducido por el equipo de Sott.net

El primer ministro polaco, Mateusz Morawiecki, dijo el jueves que su país no se someterá al "chantaje" de la Unión Europea para decidir los marcos legales de los Estados miembros, pero que está abierto al diálogo constructivo.
Poland's Prime Minister Mateusz Morawiecki
© Bernadett Szabo/ReutersEl primer ministro de Polonia, Mateusz Morawiecki, habla durante una conferencia de prensa en Budapest, Hungría, el 12 de octubre de 2021.
A su llegada a una cumbre del bloque de los 27, Morawiecki dijo que Polonia "es tan fiel al Estado de Derecho como otros y como las instituciones de la UE". Y añadió: "Algunas instituciones de la UE se arrogan el derecho a decidir sobre cuestiones que no les corresponden. Asumen competencias que no les han sido entregadas en los tratados".

Morawiecki dijo que las leyes de la UE mantienen la supremacía sobre las leyes nacionales en asuntos transferidos a la UE. "No estamos de acuerdo con la ampliación constante de competencias, pero, por supuesto, hablaremos de ello".

El 7 de octubre, el Tribunal Constitucional de Polonia dictaminó que algunos elementos de la legislación de la UE eran incompatibles con la Constitución del país. Esta sentencia, criticada por Bruselas, otorgaba esencialmente la primacía al derecho nacional sobre el de la UE.

"Tiene que quedar claro: eres miembro de un club, tienes que cumplir sus reglas. Y la regla más importante del club es que el derecho europeo está por encima del derecho nacional", dijo a Reuters el máximo diplomático de la UE, Josep Borrell.

Desde que el partido nacionalista Ley y Justicia (PiS) se hizo con el poder en 2015, los conflictos ideológicos han aumentado progresivamente.

El presidente del Parlamento Europeo, David Sassoli, dijo que la sentencia del tribunal polaco cuestionaba "los cimientos legales de nuestra Unión" y que "nunca antes se había cuestionado la Unión de forma tan radical".

La Presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, expuso tres opciones como respuesta. La primera opción, "infracción", consiste en que la Comisión impugne legalmente el veredicto del tribunal polaco.

La segunda opción, que está activa actualmente, implica la retención de fondos. Varsovia no podrá acceder a los 36.000 millones de euros (42.000 millones de dólares) de subvenciones para la recuperación de la pandemia de Covid-19. Esto podría llevar a un nuevo bloqueo de unos 70.000 millones de euros (81.000 millones de dólares) reservados para proyectos de desarrollo en el presupuesto de 2021-2027.

La tercera opción sería la aplicación del artículo 7 del Tratado de la UE, que suspende a los Estados miembros de ciertos derechos, incluido el derecho a votar sobre las decisiones de la UE.

Sin embargo, Morawiecki mantuvo la postura de su país bajo repetidas críticas en el tenso debate del martes. Esto llevó a la idea de la salida de Polonia del bloque, que el primer ministro descartó. Dijo que no había planes para un "Polexit", ya que hay un apoyo considerable entre los polacos para permanecer dentro de la UE.

La mayoría de los países europeos, entre ellos Irlanda, Francia, Suecia, Finlandia, Luxemburgo y los Países Bajos, se mostraron críticos con Polonia, a excepción de su firme aliada Hungría. El primer ministro húngaro, Viktor Orban, no ha sido partidario de una excesiva injerencia de la Unión Europea en las leyes y decisiones de los Estados miembros.

"Polonia es uno de los mejores países europeos. No hay necesidad de ninguna sanción, es ridículo", dijo Orban.

El ministro holandés de Asuntos Exteriores, Ben Knapen, insinuó que pronto habrá que abordar la cuestión.

"El tiempo de hablar nunca se acaba, pero eso no significa que no se puedan tomar medidas mientras tanto", dijo Knapen. "Se va a hacer pronto".

La canciller alemana saliente, Ángela Merkel, llamó a encontrar "formas de volver a estar juntos", y advirtió del peligro de aislar a Polonia, el mayor país excomunista de la UE, con 38 millones de habitantes.