Recientes informes indican que la administración Biden tiene la intención de cerrar otro enorme oleoducto ubicado en Michigan. Los críticos no tardaron en señalar que en un contexto de elevada inflación como el actual, podría ser catastrófico para la economía estadounidense continuar poniendo trabas en la explotación y distribución de los combustibles.
oleoducto southwest
© Flickr/Southwest Michigan PipelineImágen ilustrativa del oleoducto Southwest Michigan de Consumers Energy. 8 de julio de 2014
Si bien la decisión final aún no está tomada, los funcionarios de la administración Biden están analizando las consecuencias tanto políticas como económicas y sociales para cerrar definitivamente el oleoducto en Michigan conocido como la Línea 5, reportó Fox News.

La línea 5 es parte de una red que mueve petróleo crudo y otros productos derivados del petróleo hacia el oeste de Canadá, transportando alrededor de 540.000 barriles por día.

La iniciativa de cerrar el oleoducto forma parte de los planes del presidente Biden para alejar al país de los combustibles fósiles y avanzar hacia energías alternativas.


Comentario: Un suicidio del que luego van a culpar a "la pandemia".


Biden se dirigió a los líderes mundiales la semana pasada en Glasgow prometiendo que Estados Unidos ya estaba listo para liderar la lucha contra el cambio climático. Pero la realidad muestra que los efectos de una transición no gradual como se está planteando puede traer desastres económicos y sociales en el corto plazo, según los críticos.

Jason Hayes, director de política medioambiental del Centro Mackinac de Políticas Públicas, criticó a la administración Biden por sus políticas energéticas y le dijo a Fox News que la intención de cerrar la Línea 5 es "sólo un ejemplo más del divorcio de la realidad" que tiene el actual gobierno.

"Están planeando alimentar una nación industrial como Estados Unidos con paneles solares y turbinas eólicas", dijo Hayes, al tiempo que señaló que incluso los paneles solares y las turbinas eólicas requieren "petróleo, gas natural, energía nuclear e incluso carbón" para producirse.

Los inconvenientes que trae este tipo de decisiones abarcan múltiples factores y puede traer graves consecuencias si no se trata adecuadamente.

En un contexto inflacionario, donde los combustibles vienen manifestando aumentos históricos en sus precios, reducir aún más la producción de petróleo o bien, reducir la capacidad de su distribución, provocará que con seguridad aumenten también los precios del combustible.

Cabe destacar que el combustible es uno de los factores clave en la definición de precios de bienes de consumo masivo. Es decir, cada vez que aumentan los combustibles, seguramente se verá reflejado de inmediato en las góndolas y por tanto en la capacidad de gasto de la población.

Los críticos también han mostrado su preocupación por el impacto en una gran masa de trabajadores, ya que millones de personas hoy dependen de los ingresos que genera la actividad de explotación de hidrocarburos.

Hayes presentó una imagen espantosa de lo que podría suceder si finalmente cierran la Línea 5, provocando que los ciudadanos vean trabas para obtener gas natural o la electricidad que proporciona mientras la nación se encamina hacia el invierno.
"Espero que no termine así, pero a donde veo que vamos es, lamentablemente, a lo mismo que sucedió en febrero en Texas: la gente se congela en sus hogares", dijo Hayes.
La semana pasada, más de una docena de legisladores republicanos en el Congreso, enviaron una carta dirigida al presidente Biden en la que advirtieron que los precios de los combustibles ya han aumentado un 50% en promedio, y que esta medida solo pronunciaría la tendencia, justo en el momento en que más se necesita el combustible para calentar las casas en el frío invierno.


Oleoducto Keystone XL

Una de las primeras medidas del presidente Biden al asumir la presidencia a comienzos de año fue cancelar el proyecto del Oleoducto Keystone XL, el cual se anunciaba como uno de los proyectos más grandes de la historia petrolera estadounidense, el cual durante la administración Trump, había acordado la contratación de 52 mil puestos laborales.

Esta decisión le generó a la administración Biden un importante acercamiento a los sectores izquierdistas ligados a la ideología del cambio climático y al negocio de las energías alternativas, sin embargo también lo llevó a enfrentarse con sectores industriales de EE. UU. y con millones de personas que se verán directamente afectadas por estas medidas.