El Concilio de Naciones Unidas por la Vida y la Verdad solicitó informes al ministerio de Salud de la Nación sobre la aprobación de la vacuna china para niños de tres a once años. La dirección nacional de Control de Enfermedades Transmisibles admitió que hay mucho que aún se desconoce sobre el asunto.
gobierno,Argentina,admitió,desconocen,efectos,
La ministra de Salud de la Nación, Carla Vizzotti.
El 13 de octubre, cuando aún no había estallado el escándalo sobre los dichos de la ministra de Salud nacional, Carla Vizzotti, sobre la vacuna de fabricación china Sinopharm, el Concilio de Naciones Unidas por la Vida y la Verdad elevó un pedido de informes a la cartera de Salud y a la Asociación Argentina de Pediatría. Las respuestas oficiales sembraron dudas y temor.

El pedido, firmado por la presidente del Concilio Elizabeth Marquez, incluyó ver los papers científicos sobre los que se respaldó la decisión de inocular la vacuna Sinopharm en niños de tres a once años, los resultados de los ensayos realizados de las fases 1, 2 y 3, y los informes sobre las reacciones adversas de la vacuna en adultos. Además, se pidió que se indique la tesitura oficial frente a la publicación de la OMS en la que el organismo internacional no recomienda administrar esa vacuna en menores de dieciocho años.

La respuesta oficial, que llegó el 25 de octubre a través de un comunicado publicado en el Boletín Oficial por la dirección nacional de Control de Enfermedades Transmisibles, llegó plagada de evasivas y sin datos concretos, lo que elevó nuevamente la preocupación por las políticas del gobierno nacional respecto al plan de vacunación.

La dirección nacional aseguró que la aprobación de la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT) se basó en "datos proporcionados por los diferentes laboratorios en cuanto a los resultados de eficacia, seguridad e inmunogenicidad". Sin embargo, no aclaró cuáles fueron los laboratorios que intervinieron ni incluyó la publicación de los resultados.

Cuando se le pidió resultados de los ensayos realizados en las fases 1, 2 y 3, sólo se limitaron a explicar el procedimiento, nuevamente sin dar precisiones sobre los resultados. La dirección se limitó a explicar que el proceso se inicia con ensayos clínicos en animales de laboratorio, luego en humanos para determinar la dosis óptima, explorar la seguridad inicial y caracterizar el perfil de eficacia y seguridad, y, finalmente, los datos son evaluados por las agencias de medicamentos, de forma que sólo si demuestran ser eficaces y seguras se concede la autorización para su comercialización". Sin embargo, volvió a omitir los datos concretos.

La nota más preocupante llegó con el punto 7 del informe del gobierno nacional. De acuerdo al mismo, "es demasiado pronto para saber cuánto durará la protección conferida por las vacunas y se será o no a largo plazo". En una nota alarmante, la dirección nacional admitió que "los vacunados desarrollan una respuesta inmunitaria que ofrece al menos alguna protección contra una nueva infección, aunque no se determinó la intensidad ni la duración de dicha protección".

El informe fue publicado apenas unas horas antes de que se conociera que la Argentina comenzó a vacunar a chicos de tres a once años con la dosis de Sinopharm antes que lo hiciera China, contrariamente a lo que había asegurado la ministra Carla Vizzotti.