El primer ministro británico participó en una fiesta de más de 30 personas en junio de 2020 para celebrar su cumpleaños, a pesar de que las reuniones sociales en interiores estaban prohibidas por el avance del coronavirus.
Boris Johnson
© EFE/EPA/ANDY RAIN
El primer ministro británico, Boris Johnson, celebró su cumpleaños el 19 de junio de 2020 con una fiesta en Downing Street a la que asistieron unas 30 personas, a pesar de que las reuniones sociales en interiores estaban prohibidas en aquel momento por la pandemia, según ha revelado este lunes el canal ITV.

La esposa del jefe de Gobierno, Carrie Johnson, contribuyó a organizar una celebración "sorpresa" que se llevó a cabo en la Sala del Gabinete, donde se reúnen periódicamente el jefe del Ejecutivo y sus ministros, según la cadena. Desde ITV se ha indicado que también acudieron a la fiesta Jack Doyle, actualmente director de comunicaciones, y la jefa de operaciones, Shelley Williams-Walker.

Nueve días antes de la supuesta fiesta de cumpleaños, el 10 de junio, Johnson pidió a la ciudadanía de Reino Unido que "siguiera mostrando moderación y respetando las reglas que están diseñadas para mantenernos a todos a salvo" durante una conferencia de prensa de Downing Street.

Los escándalos de Johnson no dejan de llover

La nueva revelación incrementa la presión sobre Johnson, en la cuerda floja desde hace días por otra serie de eventos sociales que se celebraron en Downing Street y otros departamentos del Gobierno durante la pandemia.

La semana pasada, acorralado por crecientes críticas, el primer ministro británico, Boris Johnson, admitió por primera vez en la Cámara de los Comunes que asistió a una fiesta celebrada en los jardines de Downing Street en mayo de 2020, cuando el resto del país se atenía a duras restricciones por la pandemia de COVID-19.

Sin embargo, tras disculparse, el líder tory aseguró que pensó que se trataba de un "evento de trabajo" y dijo que estuvo en el jardín para dar las gracias al personal antes de volver a su oficina 25 minutos después para seguir trabajando. "En retrospectiva, debería haber mandado a todos de vuelta al interior. Debería haber encontrado otra forma de darles las gracias".

Estas declaraciones llegaron dos días después de que se filtrara un correo electrónico del secretario privado de Johnson, Martin Reynolds, que invitaba al evento, y en el que se indicaba que cada participante debía "traer su propia botella".


Las disculpas del primer ministro no obtuvieron la credibilidad que Johnson esperaba, y el 14 de enero un grupo de manifestantes disfrazados del líder tory se situó frente a las puertas de Downing Street con cánticos de "Mi nombre es Boris y esto es una fiesta de trabajo", portando cada uno su "propia botella", como pedían las invitaciones de una de las fiestas.

A pesar de que el Partido Laborista haya acusado en numerosas ocasiones a Boris Johnson de engañar y confundir en repetidas ocasiones en la Cámara de los Comunes y en entrevistas sobre las violaciones de las restricciones en Downing Street, el primer ministro había negado reiteradamente su participación en dichas celebraciones hasta la pasada semana.

Ahora, el líder de la oposición y varios diputados piden la dimisión del primer ministro británico Boris Johnson y abundan las conjeturas sobre su posible relevo y los nombres de posibles candidatos y aspirantes si el primer ministro dimite o se ve obligado a renunciar. Entre estos se encuentran la ministra de Asuntos Exteriores, Liz Truss, y el titular de Economía, Rishi Sunak.