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Las cifras son siempre imprecisas cuando se trata de África, en donde la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y la comunidad internacional están enviando víveres, principalmente en las regiones de Bakool y Baja Shabelle.

Los afectados de manera directa por la hambruna son unas 350 mil personas, aunque la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, en inglés) estimó que unos 12 millones de habitantes requieren asistencia alimentaria en Somalia, Etiopía y Kenia - Cuerno de África - .

Por ahora, el reto del mundo es hacer llegar a las zonas afectadas ayuda humanitaria de manera inmediata y masiva, para evitar la muerte de decenas de miles de personas, como sucedió en 1992.

"Si no actuamos ahora, la hambruna se esparcirá a las ocho regiones del sur de Somalia en menos de dos meses, debido a las débiles cosechas y enfermedades infecciosas", dijo Mark Bowden, encargado de la ayuda humanitaria de la ONU en Somalia, y agregó que dos de cada 10 mil habitantes mueren por día en esa región.

Misión imposible

Comer se ha convertido en una misión imposible en algunas zonas de Somalia. No hay casi nada y dentro de poco no habrá nada, según dos trabajadores de la organización Acción Contra el Hambre, que laboran en Mogadiscio, capital de Somalia. "Apenas quedan cosechas. En las zonas más ricas han sido reducidas en un 50 por ciento. La situación es desesperada y la gente tiene que caminar más de 30 km para conseguir un poco de agua", citó un afectado.

La referida ONG señaló que las personas intentan vender su ganado, pero los precios han caído, pues una vaca que costaba US$275 ahora tiene un valor inferior a los US$75, mientras que el precio de los alimentos que aún quedan se ha triplicado. Muchos somalíes no comen más que una vez al día y las familias comienzan a huir hacia Mogadiscio o países vecinos, en busca de alimentos.

Entre tanto, el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) alertó que la malnutrición en el sur y centro de Somalia alcanzó el nivel más alto en el mundo, lo que está llevando a los niños al borde de la muerte. En algunas de las zonas asediadas por la sequía - considerada la más grave dese hace 60 años - , uno de cada 10 niños está en riesgo de morir de inanición, afirmó el CICR.

Subrayó que en las regiones de Bakool y Baja Shabelle, cerca del 11 por ciento de niños menores de 5 años presentan desnutrición severa. El primer ministro de Somalia, Mohamed Abdullahi Mohamed, informó que unos 2.5 millones de somalíes podrían morir en los próximos meses si la situación no mejora.

Varios países han comenzado a canalizar ayuda, tanto económica como alimentaria, pero autoridades locales aseguran que se tiene que dar respuesta a las causas subyacentes de la crisis, sobre todo para dar la posibilidad a los afectados de plantar y cosechar durante la próxima estación de lluvia de enero del 2012.

Además, deben reconstituir su capital ganadero, rehabilitar fuentes de agua y desarrollar nuevas formas de ingresos, para disminuir su dependencia de las condiciones climáticas.