Traducción al español por el equipo de Sott.net en español

El Papa Francisco ha alimentado las especulaciones de su dimisión tras posponer un viaje a África y anunciar una inusual reunión de cardenales.

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Cojeando por el dolor de su rodilla y obligado a usar una silla de ruedas en las últimas semanas, el pontífice de 85 años pospuso un viaje en julio a la República Democrática del Congo y Sudán del Sur la semana pasada.

También anunció una inusual decisión de celebrar un consistorio para nombrar nuevos cardenales durante un mes de vacaciones en el Vaticano y organizó reuniones para garantizar que sus reformas permanezcan intactas.

El consistorio extraordinario se celebrará el 27 de agosto, un mes de verano lento en la sede católica, para ordenar 21 nuevos cardenales - 16 de los cuales tendrán menos de 80 años, por lo que podrán elegir a su sucesor en un futuro cónclave.
Mientras estaba de vacaciones en Roma, Megyn Kelly informó sobre la historia:

Desde que se convirtió en Papa en 2013, el pontífice argentino ha ordenado 83 cardenales para dar forma al futuro de la Iglesia Católica, en parte para contrarrestar la influencia históricamente dominante de Europa, y para reflejar sus valores.

El 28 de agosto, Francisco visitará L'Aquila y la tumba de Celestino V, el primer Papa que renunció al papado, en el siglo XIII.

A continuación, se unirá a los cardenales del mundo -muchos de ellos se reunirán con sus pares por primera vez- en dos días de debates sobre la reforma de la Curia Romana, que Francisco anunció en marzo con la presentación de una nueva constitución.

La reforma de la Curia Romana de Francisco pretende que la Iglesia vuelva a sus raíces pastorales, permite que los católicos laicos dirijan departamentos del Vaticano y crea un dicasterio específico para las obras de caridad, entre otras reformas.

Estas medidas han desatado intensas especulaciones sobre sus planes a futuro, incluida la más radical: que planeaba dimitir.

La renuncia de un Papa era casi impensable hasta que Benedicto XVI renunció a su reinado en 2013, alegando el deterioro de su salud física y mental.

En 2014, un año después de ser elegido para sustituir a Benedicto, el propio Francisco dijo a los periodistas que, si su salud le impidiera ejercer sus funciones como Papa, también se plantearía dimitir.

'Él (Benedicto) abrió una puerta, la puerta de los papas jubilados', dijo entonces el pontífice.

Más recientemente, en mayo, según informaron varios medios de comunicación italianos, Francisco bromeó sobre su rodilla durante una reunión a puerta cerrada con los obispos: 'En vez de operarme, dimitiré'.

Pero las personas del Vaticano no creen todavía que Francisco esté a punto de entregar las llaves del papado.

Una fuente dijo a la AFP: 'La mayoría de gente cercana al Papa no cree en la posibilidad de una renuncia'.

Los rumores dentro de la insular Curia Romana -el poderoso órgano de gobierno de la Iglesia Católica- no son nada nuevo, y a menudo son alimentados por quienes tienen intereses, dijo el experto italiano en el Vaticano Marco Politi.

'Estos rumores son alentados por los opositores del Papa, que sólo desean que Francisco se vaya', dijo a la AFP.

Un viaje a Canadá a finales de julio sigue en la agenda del pontífice, que sigue recibiendo inyecciones en la rodilla y terapia física, según el Vaticano.

De niño, a Francisco le extirparon parcialmente uno de sus pulmones. Hoy, además de su problema en la rodilla, sufre dolores recurrentes en el nervio ciático.

Los rumores de renuncia también se dispararon el año pasado después de que Francisco se sometiera a una operación de colon, lo que le llevó a decir a una emisora de radio española que la idea "ni siquiera se me había pasado por la cabeza".

Politi se refirió a los últimos rumores de dimisión: 'En este momento, se trata de ser realistas y no alarmistas'.

Dijo que era "difícil de imaginar" que Francisco dimitiera mientras el Sínodo de los Obispos -una iniciativa significativa para Francisco que pretende estudiar cómo la Iglesia avanza de una manera más inclusiva- está en curso, y debe terminar en 2023.

Alberto Melloni, profesor de cristianismo y secretario de la Fundación Juan XXIII para las Ciencias Religiosas de Bolonia, dijo a la AFP que se habían hecho conjeturas "absurdas" sobre la salud del Papa y sus intenciones.

'Son cosas en las que hay un deseo de entender, de especular, pero hay poco que decir', dijo.
Justo la semana pasada el Papa Francisco dijo que la guerra por poderes en Ucrania fue 'quizás de alguna manera provocada', y que fue advertido por un 'sabio jefe de Estado' de que la OTAN estaba 'ladrando a las puertas de Rusia'.