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Un nuevo estudio de la Universidad de Uppsala (Suecia), dirigido por el doctor *sa Mackenzie, revela que el cerebro se vuelve hipersensible a la recompensa cuando la coseñalización del glutamato y la dopamina no funciona. Dosis más bajas de lo normal son suficientes para aumentar la propensión a ingerir ciertas sustancias, como el azúcar o la cocaína.

Los trastornos de la adicción son un problema social importante, y no existe un conocimiento suficiente de cómo surgen y de cómo diferentes sustancias afectan al cerebro. El sistema de recompensa del cerebro aporta una sensación de placer y felicidad, por ejemplo, cuando hemos comido o bebido algo bueno, tenido relaciones sexuales, o practicado ejercicio. Este placer se produce cuando ciertas sustancias de la señal, principalmente la dopamina, se liberan en el cerebro. Pero este sistema de recompensa puede ser "secuestrado" por otras sustancias gratificantes, como el alcohol y las drogas. Estas sustancias proporcionan sentimientos de recompensa al principio, pero son tan fuertes que las células nerviosas en el sistema son reconectados, produciendo la adicción.

Los investigadores de Uppsala, y sus colaboradores, han demostrado que las células de dopamina en el sistema de recompensa pueden enviar señales en cooperación con el glutamato. En estudios con ratones, que carecían artificialmente de la capacidad de enviar las señales anteriores debido a que su transportador de glutamato, llamado VGLUT, había sido desactivado, los científicos estudiaron cómo estos animales se volvían más propensos a ingerir azúcar y cocaína.

Los científicos también demostraron los ratones que carecen de la capacidad de coseñalización, desarrollaron una memoria mejorada para los entornos asociados con la ingestión de drogas. Además, observaron cambios en las expresiones genéticas del sistema de recompensa, lo cual indica que el cerebro se ha vuelto hipersensible y que los niveles de dopamina se han reducido. Los investigadores continúan estudiando estos mecanismos en relación con el abuso en el consumo de substancias en los seres humanos, y están buscando conexiones directas entre los niveles bajos de VGLUT y la adicción.