La Unión Europea se encuentra en un punto de ruptura, lidiando con discordias internas y amenazas externas que socavan su unidad e influencia global.
La UE está hecha jirones mientras los dirigentes del bloque fingen solidaridad con la marea que se levanta contra el globalismo. Con una guerra comercial en ciernes entre la UE y su mayor cliente, Estados Unidos, en Bruselas se oyen cabezas chirriando para estabilizar una situación horrenda. Un reinicio de EE.UU.-Rusia y el reenfoque de Donald Trump en los problemas de Estados Unidos primero significan grandes problemas para una confederación europea que ya está contra las cuerdas.
Úrsula: ¡El botón del pánico!
Un vistazo a los principales medios de comunicación nos asegura que la Presidente de la UE, Ursula von der Leyen, y quienes la manejan están en modo pánico. Tomemos como ejemplo este informe del Financial Times. El periodista británico y animador de Barack Obama Gideon Rachman afirma que las políticas de Donald Trump hacia Europa ya han causado "pasos fundamentales hacia una mayor unidad europea". Como era de esperar, Rachman escoge algunas encuestas para probar sus afirmaciones. Según encuestas en Francia, Alemania y Reino Unido (naturalmente), la mayoría de la gente ve a Trump como una amenaza. Naturalmente, las encuestas son de la empresa británica YouGov, centrada en los ciudadanos de Europa occidental principalmente.
Lo que informa FT no es, por supuesto, la historia completa. Olvidemos que estos datos sólo proceden de una pequeña muestra de europeos occidentales. Algunas cuestiones clave chocan con la tesis del monaguillo del Foro Económico Mundial. En primer lugar, a la pregunta de si estarían de acuerdo en pagar más impuestos para construir un gigantesco ejército europeo, la mayoría de los encuestados respondieron no sólo que no, sino que ni de coña. Lo mismo puede decirse de Europa, que pidió más préstamos para financiar una nueva maquinaria bélica europea. Las cifras están aquí (PDF). Curiosamente, sólo los británicos piensan que su país gasta demasiado poco en defensa (46%). En cambio, los italianos creen que su gobierno ya gasta demasiado (41%).
En este caso, aún hay que considerar dos o más variables significativas. En primer lugar, los golpes devastadores a una economía de la UE ya de por sí débil si Trump inicia una guerra comercial provocarían sin duda un gigantesco eje VW en los corazones de todos los alemanes. En segundo lugar, la promesa de la querida Ursula de destinar cientos de miles de millones a un nuevo ejército de la UE no es factible ni siquiera con un endeudamiento masivo. La UE ya tiene una deuda de casi 20 billones de dólares. La austeridad en las naciones más pobres de la UE ya ha ahogado las esperanzas de cientos de millones de personas. Y el hecho de que Rumanía se haya convertido en una dictadura por anulación de la voluntad popular no ha hecho sino empeorar las cosas.
¿Dinero del aire?
Veamos primero la economía. Este informe de POLITICO.eu en diciembre de 2024 era una mirada de bola de cristal de Matthew Karnitschnig en Berlín. El título del artículo, "El apocalipsis económico de Europa es ahora", predijo el desastre que se avecinaba incluso antes de que Trump tomara posesión. Parafraseando, Karmitschnig dijo en ese momento:
"Las capitales europeas, que ya luchan por frenar los crecientes déficits en medio de la disminución de los ingresos fiscales, se enfrentarán a tensiones financieras aún mayores, lo que podría desencadenar una mayor agitación política y social".A continuación, el analista desvela el verdadero problema de la economía europea. Los aranceles de Trump solo serían un síntoma agravante de una enfermedad económica mucho más crónica. Karnitschnig, redactor jefe de uractiv, afirma que los cimientos de la economía europea se tambalean sobre una base inestable. Y no es el único experto que dice esto. Holly Elyatt, corresponsal de la CNBC (¿y próximamente empleada de Elon Musk?) centrada en la macroeconomía y la política europeas, señalaba recientemente:
"Los economistas afirman que la trayectoria de ambos países es preocupante, y advierten de que la ausencia de crecimiento, los desequilibrios fiscales y la intransigencia política podrían conducir al declive y a la pérdida de prestigio de Europa en su conjunto".Solidaridad: ¡Puf!
Otras conclusiones son que Europa lleva una década o más de retraso con respecto a Rusia, Estados Unidos y China en innovación, sobre todo militar. Los rusos disponen ahora de armas hipersónicas que, con un primer ataque, pueden destruir todo el arsenal nuclear europeo en mar y tierra con un tiempo de respuesta casi nulo. Añádase a esto las cifras de la encuesta británica cuando se preguntó a los habitantes de países como Turquía si sus soldados deberían defender a Francia o España, por ejemplo. Viendo las respuestas, está claro que algunos miembros del bloque de la OTAN no están dispuestos a luchar por algunos de sus camaradas. Curiosamente, nadie parece interesado en rescatar a Italia si se produjera un ataque contra ese país. Asimismo, muy pocos de los encuestados creían que EE.UU. ayudaría a los países bálticos en caso de ataque ruso.
El Instituto Kiel para la Economía Mundial informó recientemente estimando que los europeos tendrían que movilizar 300.000 tropas y gastar 250.000 millones de dólares anuales adicionales para igualar a Rusia. Sin embargo, las cifras y el análisis del instituto no cuadran si se tiene en cuenta el hundimiento de la economía de la UE y la agitación política. Un reinicio entre Estados Unidos y Rusia convertiría a Europa en un destino turístico gigantesco, sujeto al capricho de naciones y alianzas más prósperas. Nadie ha incluido a los BRICS en la ecuación. China, Irán, India y otros actores del nuevo orden multipolar tampoco se tienen en cuenta en estos cálculos.
En un documento de 2024 titulado "Reevaluación de la división Este-Oeste en la Unión Europea", Clara Volintiru, directora de la Oficina de Bucarest del German Marshall Fund y del Black Sea Trust (BST), examinó el trasfondo político más amplio del retroceso democrático y los nuevos acontecimientos geopolíticos en lo que respecta a la unidad de la UE. Ella y sus colegas destacan la división más profunda que provocan la economía o las convulsiones de Trump. Un argumento es el siguiente:
"Aunque reconocemos que la UE ha sido decisiva para traer la paz y la prosperidad a Europa, esta colección sostiene, no obstante, que la gravedad, la duración y la intratabilidad de la división Este-Oeste suponen una amenaza real para la integración europea a medio y largo plazo. Este argumento se desarrolla del siguiente modo. En primer lugar, a pesar del sólido crecimiento económico y cierto grado de sociopolítica".Los investigadores también señalan el "efecto péndulo", en el que las opiniones y la política oscilan entre la solidaridad y el nacionalismo (en mi opinión). El autor cuestiona con razón el propósito de la UE si no se puede lograr una integración perfecta. La aparente arremetida de Trump contra el orden mundial liberal añade un poderoso peso a ese péndulo.
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