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En los últimos 15 años, una lista de cinco mega corporaciones biotecnológicas - Monsanto, Syngenta, Bayer, Dow y DuPont - compraron más de 200 otras empresas, lo que les permite
dominar y controlar las semillas. Este atropello imparable ha sido tan dramático que cada vez es más difícil para los agricultores buscar alternativas. Como resultado, por ejemplo, en los EE.UU., el
90 por ciento de la soja es un producto genéticamente modificado, y muchos agricultores convencionales tienen problemas para obtener semillas naturales.
De acuerdo a
The Ecologist: "... Una solución para restringir el control podría se mediante la prohibición de la concesión de patentes sobre semillas, plantas y genes. Una patente otorga a una empresa derechos exclusivos para vender y desarrollar un nuevo invento. En el caso preciso de patentes sobre plantas y genes, se garantiza que estas corporaciones sean
monopolios temporales y se prohíbe a los agricultores guardar semillas".
Fuentes:
The Ecologist 07 de octubre 2010
Grist 20 de octubre 2010
Comentarios Dr. Mercola:
En la actualidad, tan sólo cinco compañías - empresas de biotecnología -
son dueñas de casi todas las semillas del mundo. Las enormes ramificaciones de esta situación deberían ser bastante obvias.
Las semillas transgenicas -Genéticamente modificadas- (GM), especialmente de maíz y soja, se esparcen en muchas áreas del mundo eliminando el uso de semillas convencionales y su "herencia", y las antiguas prácticas de agricultura sostenible que producían alimentos sanos.
Por ejemplo, en los EE.UU., desde el año 2009, los cultivos de soja genéticamente modificados (GM) representan el
91 por ciento del mercado de soja. Mientras tanto, el 100 por ciento del maíz es GM, así como el
88 por ciento del algodón.
Muchos fanáticos pro-transgénicos argumentan que los cultivos genéticamente modificados (GM) son superiores a los cultivos naturales-tradicionales, pero la evidencia de lo contrario está a nuestro alrededor.