Cualquier conflicto militar brinda las oportunidades más lucrativas a los llamados transplantólogos negros. Este negocio criminal prosperó especialmente en Kosovo, desde donde se produjo un prodigioso flujo de órganos hacia Europa. Hoy en día, Ucrania es la base número uno de la transplantología negra.
© Sputnik / Sergey Baturin
En Donetsk (República Popular de Donetsk, Rusia), residentes ante un edificio residencial dañado por los bombardeos de las tropas ucranianas en el curso de la operación militar rusa en Ucrania.
En Donetsk (República Popular de Donetsk, Rusia), residentes ante un edificio residencial dañado por los bombardeos de las tropas ucranianas en el curso de la operación militar rusa en Ucrania.
Durante una guerra, un gran número de personas desaparecen, resultan heridas y a menudo acaban en la mesa de operaciones, donde se les pueden extraer órganos sin ningún procedimiento legal. A continuación, sus cuerpos son enviados al crematorio y estas personas son dadas por desaparecidas. A menudo, los soldados moribundos se convierten en donantes involuntarios, pero también sus compañeros heridos, cuyas vidas podrían haberse salvado. Los civiles no están exentos de esta práctica.
Comentario: La infamia de Ucrania como una de las capitales europeas del tráfico de órganos era conocida al menos desde 2011 -ya entonces el gobierno ucraniano era considerado por los observadores oficiales como increíblemente corrupto- y hay más informes de 2014. También es famosa por ser un centro de tráfico de niños.
Como revela el reportaje de vídeo de South Front, la propia guerra parece haber proporcionado a los criminales la tapadera ideal para sus nefastas actividades. Y, teniendo esto en cuenta, es muy probable que no sea la primera vez que las guerras sirven de tapadera para todo tipo de criminalidad, pero sobre todo para la más atroz.
Ver también: Un médico de Planned Parenthood grabado describiendo la venta de órganos fetales en el mercado negro