En mayo, la comunidad geek, sobre todo los seguidores de una de las tecnologías de moda, la impresión 3D, recibieron con entusiasmo la noticia: la NASA había empezado a trabajar en el prototipo de un dispositivo para imprimir comida, con la pizza como elemento principal en su repertorio de diseños culinarios.
La impresora 3D de comida Foodini se empezará a comercializar en enero de 2014.
Hamburguesa vegetariana impresa con Foodini.
Ahora,
Natural Machines, una jovencísima
startup con sede en Barcelona, ha tomado la delantera en la Tierra. Acaban de presentar el primer modelo comercial basado en el mismo concepto. "En la actualidad, no hay ningún modelo de impresora de comida lanzado a nivel comercial, todos se mantienen en prototipos. Deberíamos ser los primeros", explica a
Teknautas Emilio Sepúlveda, CEO de la compañía, de la que ya se han hecho eco
en The Wall Street Journal. Junto a él, el equipo fundador está formado por Rosa Avellaneda, Alex Moreu y Lynette Kucsma, extrabajadora de Microsoft.
El objetivo a largo plazo de la empresa encargada del proyecto de la NASA,
Systems and Materials Research, es proveer a la institución de la tecnología necesaria para que los astronautas creen su propia comida en las misiones espaciales, permitiendo conservar los alimentos hasta un total de 30 años. De esta forma, los cartuchos del dispositivo, de nombre Contractor, están cargados (en forma de polvo) de todos los nutrientes, proteínas y carbohidratos necesarios para una dieta equilibrada.
Por su parte, la impresora española, llamada Foodini, está
especializada en la creación de postres, pastas y panes. Incluso hamburguesas vegetarianas. En general, cualquier tipo de receta basada en masas o fluidos. "El límite lo pone la imaginación. Dependiendo de lo que quieras crear, los ingredientes serán unos u otros.
En la empresa tenemos dos socias veganas, y por eso hemos hecho muchas pruebas con ingredientes frescos, vegetarianos. Al principio, la gente cree que al aplicar la tecnología de impresión 3D a la cocina el resultado será un tipo de gastronomía poco sana, pero nosotros pensamos justo en lo contrario", apunta.
Comentario: Es vergonzoso que, dado el lamentable estado de la industria alimenticia y las consecuencias terribles para nuestras salud, se esté perdiendo el tiempo en crear comida basura en 3D. ¡Mundo de locos! ¡Mundo de psicópatas!