
La combinación de 10 telescopios que observan a un objeto al unísono permite obtener imágenes con detalles que no se podrían apreciar de otra forma
Laurent Raymond Loinard, científico del Centro de Radioastronomía y Astrofísica de la UNAM trabaja en un sistema tan potente para captar estrellas que, si hubiera un conejo en la Luna, podríamos acercarnos tanto como para ver su nariz.
El investigador ha perfeccionado la interferometría de larga línea de base, método que permite determinar con precisión la distancia que hay a diversos cuerpos estelares, con la misma potencia de un telescopio ocho mil kilómetros de diámetro.
Sin embargo, él no elabora una mega lente de ocho mil kilómetros que abarcaría países enteros.
"En vez de ello, lo que tenemos es una red de 10 radiotelescopios interconectados que funcionan como un gigantesco ocular que empezará en el océano Pacífico y concluirá en el Caribe, pues el primero está en Hawai, el último en las Islas Vírgenes, y en medio hay ocho más, distribuidos a lo largo del Estados Unidos".