Se cree que habitó hace más de 3 mil millones de años y se extendió por el planeta haciendo del océano un solo ser viviente.© Desconocido
Hace más de tres mil millones de años un megaorganismo se extendió por el mar con la chispa de la vida. Este organismo, que los científicos llaman LUCA, parece haber sido una amorfa constelación de células en un estado de intercambio idílico que abarcó el océano,
haciendo del planeta Tierra prácticamente un solo organismo vivo. Las implicaciones de LUCA (
Last Universal Common Ancestor), desde una perspectiva estrictamente científica, giran en torno a que toda la vida en la Tierra está relacionada y tiene un ancestro en común; desde un punto de vista especulativo, la presencia primordial de LUCA
nos remite a la idea que atraviesa la historia sobre una especie de diosa planetaria - la llamada Madre Naturaleza - que funge como la
matriz unificadora de esta existencia y de esta realidad terrenal. Y en este sentido LUCA, podríamos aventurar, quizás no sea solamente el organismo que dio origen a la vida en la Tierra: es la Tierra misma y la vida entera.
Aunque la idea de LUCA, un último antepasado común universal, es polémica, el trabajo reciente de Gustavo Caetano-Anollés de la Universidad de Illinois en Urbana-Champaign sugiere que su existencia es plausible. Aparentemente LUCA sería el resultado del esfuerzo primigenio de la vida para sobrevivir en una atmósfera que aún no se recombinaba para producir los moléculas que permiten la vida como la conocemos. Sin embargo estas condiciones remotas, hace unos 3.6 mil millones de años (se calcula que la Tierra tiene poco más de 4 mil millones de años), eran también las de un idilio de transmisión de información genética. Las células primitivas que intentaban sobrevivir
intercambiaban partes útiles sin tener que competir entre ellas, creando lo que se sugiere fue un "mega-organismo global".
Se calcula que fue hace 2.9 mil millones de años que LUCA se dividió en tres dominios de vida: las bacterias unicelulares, los archaea y los eucariotes, los cuales dieron pie a la formación de plantas y animales.