Basado en la escala temporal, permite identificar estructuras claras en mitad del 'ruido' y adivinar su comportamiento.De izquierda a derecha, Cristina Masoller, Maria Carme Torrent y Andrés Aragoneses, del grupo de investigación Dinámica no Lineal, Óptica no Lineal y Láseres (DONLL) del Campus de Terrassa.
Científicos de la UPC y de la Universidad de Aberdeen (Escocia) han desarrollado un nuevo método con el que se pueden distinguir comportamientos ordenados dentro de secuencias de inestabilidades generadas en sistemas altamente complejos. Su metodología, basada en la escala temporal, es mucho más sencilla que la que se utilizaba hasta ahora.Científicos del grupo de investigación Dinámica no Lineal, Óptica no Lineal y Láseres
(DONLL) y del Departamento de Teoría de la Señal y Comunicaciones de la Universidad Politècnica de Catalunya - BarcelonaTech
(UPC), junto con científicos de la Universidad de Aberdeen (Escocia), han desarrollado un nuevo método basado en la escala temporal, con el que se pueden distinguir comportamientos ordenados dentro de secuencias de inestabilidades generadas en sistemas altamente complejos.
El trabajo se ha publicado en la revista de referencia
Scientific Reports (Natura Publishing Group).
La metodología empleada para separar el orden del caos es mucho más sencilla que la que se utilizaba hasta ahora. Con este nuevo método, que es muy accesible tanto desde el punto de vista conceptual como de cálculo, han separado en dos grupos diferenciales las inestabilidades de un láser.
Han identificado, por un lado, el grupo de inestabilidades que se manifiesta con una distribución aleatoria, y, por otro lado, el grupo de inestabilidades con una secuenciación y una estructura clara.
Comentario: Aunque el aparato de promoción y propaganda lo vende como un gran hallazgo, este tipo tipo de descubrimientos no constituyen verdaderos avances científicos; en todo caso es sólo un "avance" tecnológico (avance puesto entre comillas pues aún así es cuestionable). Las bases científicas son las mismas que la de los combustibles fósiles, una forma absolutamente ineficiente de producir energía, y extremadamente agresiva y depredadora con la naturaleza.
Por otro lado hay una constante presión de la "ciencia" (si se la puede llamar de este modo) para "torcerle el brazo a la naturaleza" y querer forzar sus mecanismos armónicos, con el único fin de obtener beneficios (en buena medida económicos) sólo para una "pequeñísima" parte de esa naturaleza. Esta mala ciencia no manifiesta interés por entender los refinados "engranajes naturales" ni considerar los efectos de sus actos sobre el resto del cosmos. Definitivamente "nuestra ciencia" no busca entender a la naturaleza y crear en colaboración con ella, sino reformarla a su antojo para satisfacer sus oscuros deseos.
La naturaleza ha sido paciente con nosotros. No nos extrañemos que algún día no muy lejano pierda la paciencia...