Ciencia y Tecnología
De hecho, los investigadores afirman haberse dado cuenta de que una partícula bien conocida, el neutrino, es capaz de viajar a mayor velocidad que la luz. Lo cual es algo que, según la Teoría Especial de la Relatividad de Einstein (la famosa ecuación E= mc2) es absolutamente imposible.
"La sensación que tenemos la mayoría -ha asegurado James Gilles, portavoz del CERN- es que eso no puede estar bien, no puede ser real". Y si lo es, el hallazgo se convertirá en el mayor descubrimiento de la Física del último siglo.

Las probabilidades de que hiera a alguien son mayores que las del 'artefacto suicida' que cayó hoy.
La NASA calcula que la probabilidad de que el satélite descontrolado hiera a algún ciudadano es de una entre 3.200. En el caso del ROSAT, la posibilidad se eleva hasta una entre 2.000. Aunque pequeñas, ambas posibilidades exceden el límite considerado aceptable por la NASA, que es de una entre 10.000.
El ROSAT es un telescopio espacial de rayos X construido por el laboratorio aeroespacial alemán DLR y lanzado por la NASA en 1990. Pesa 2,4 toneladas y, según explica DLR en su página web, al menos 30 fragmentos del satélite, que suman 1,6 toneladas, caerán a la Tierra a finales de octubre. El fabricante explica que el sistema de rayos X, con sus espejos y un soporte mecánico hecho de fibra de carbono, podría ser la pieza más pesada.
Así lo ha expuesto hoy la publicista y pionera en España del Neuromarketing, Mónica Deza, en la apertura del primer Congreso de Internacional de Neurociencias de la comunicación, que se celebra en la Ciudad de las Artes y las Ciencias de Valencia bajo el lema: "el cerebro humano en el siglo de la comunicación".
"El hombre es el único ser vivo capaz de tomar decisiones distintas en función de su contexto y que no siguen una pauta racional siempre", ha asegurado la experta, quien ha destacado la importancia del rol que juegan las emociones en el proceso de toma de decisiones humanas, así como la memoria.
Según Deza, "sin emoción, no hay atención; sin atención, no hay memoria, y lo que no está registrado en el disco duro de las personas no existe".
La región donde debe tener lugar este acontecimiento, según los expertos estadounidenses, se sitúa sobre el Océano Pacífico.
Pese a estos nuevos datos, otros especialistas afirman que es muy difícil fijar el área de la caída del satélite. Sostienen esta postura recordando que hace un día varios científicos aseguraron que sabían en qué zona caería el aparato, pero ahora afirman que el descenso del objeto por alguna razón se desaceleró, y su trayectoria cambió.
El descubrimiento fue hecho en el bosque atlántico en el estado de Bahía, al noreste de Brasil. El botánico aficionado Popovkin, que catalogó y fotografió unas 800 especies de plantas en Bahía, pudo estudiar la flor recién descubierta con la ayuda de un grupo de científicos. Los resultados de las investigaciones fueron publicados en la revista 'PhytoKeys'.
"Me ha llevado 30 años, desde mis días como voluntario en los invernaderos del Jardín Botánico de la Universidad de San Petersburgo, en Rusia, poder cumplir mi sueño de vivir en el trópico y estudiar sus plantas", dijo Popovkin.
Antonio Ereditato, que trabaja en el centro de física de partículas del Laboratorio Europeo de Física de Partículas (CERN) en la frontera franco-suiza, ha asegurado a Reuters que mediciones realizados durante más de tres años mostraron los neutrinos -partículas subatómicas- moviéndose 60 nanosegundos más rápido que la luz sobre una distancia de 730 kilómetros, la distancia entre Ginebra y el laboratorio de Gran Sasso, en el centro de Italia.
"Tenemos gran confianza en nuestros resultados. Pero necesitamos a otros colegas para que hagan otras pruebas y confirmarlas", dijo.
Los estudios sobre epigenética están en pañales. Sólo ahora se empieza a desentrañar en qué consiste. Hasta ahora, en la genética tradicional, todo estaba claro: a cada triplete de bases le correspondía un aminoácido y una secuencia de aminoácidos formaba una proteína (o una enzima). La cosa se complicaba un poco con los genes reguladores, pero en este caso el esquema principal está bastante estudiado, sobre todo si se desprecia todo el ADN no codificante o mal llamado ADN "basura".
Pero hace poco se empezó a ver que no todas las instrucciones genéticas están en el ADN que forma genes. Se ha empezado a descubrir que existe una capa extra de información "por encima" que modifica estas instrucciones genéticas y que también sería heredable. Se cree que las modificaciones de histonas o la metilación de ADN forman parte de esta capa, pero puede haber más mecanismos. Estas hipótesis todavía están en estudio y no se puede explicar mucho sobre estos supuestos sistemas. Por eso hay distintos grupos de investigadores en el mundo que están tratando de estudiar esta capa de información.
Uno de esos grupos de investigación, en concreto en el Instituto Salk, ha estudiado estos aspectos en la Arabidopsis thaliana, una planta que típicamente es usada en laboratorios para estudios genéticos.
Cuando en el bosque, en otoño, las hojas de los árboles caen al suelo, juntamente con trozos de ramas, excrementos de animales o hierbas, pasan a una fase de descomposición en la cual intervienen muchos elementos que cooperan en este proceso y que lo transforman todo en humus, esa tierra de color oscuro con un característico olor de tierra buena y una esponjosa textura. Así pues, el humus contribuye a la continuidad del ciclo de vida alimentando a las especies vegetales que, a su vez, alimentarán a las especies animales.
Compostar es someter a la materia orgánica a un proceso de transformación para obtener abono natural, el compost... Esta transformación se puede llevar a cabo mediante un compostador, sin ningún tipo de mecanismo, ningún motor ni ningún tipo de gasto de mantenimiento.
La bolsa de la basura diaria que se genera contiene un 40% de materia orgánica que puede ser reciclada y devuelta a la tierra en forma de humus para las plantas y cultivos. Debemos saber que de cada 100 Kg de residuo orgánico se obtienen 30 Kg de abono gratuito.
De esta manera se contribuye a la reducción del volumen y peso de los residuos que se llevan a los vertederos e incineradoras, con la consecuente mejora ambiental. Al mismo tiempo se consigue reducir el consumo de abonos químicos que queman las plantas y contaminan los pozos y acuíferos.