Un experimento sugiere que las ondas que emiten los terminales perjudican sus capacidades de memoria y orientación, de forma que son incapaces de encontrar el camino de regreso al hormiguero.© Archivo
Si usted se preguntaba por qué las hormigas no usan teléfonos móviles, la Universidad Libre de Bruselas ha dado con la respuesta: las ondas que emiten les dañan gravemente el cerebro y perjudican sus capacidades olfativas, visuales y los mecanismos de aprendizaje. El estudio, realizado por un equipo dirigido por la profesora Marie-Claire Cammaerts ha sido publicado por la revista
"Electromagnetic Biology and Medicine" y aunque no está claro que las conclusiones puedan aplicarse a los seres humanos, demuestra que puede haber una relación entre las ondas electromagnéticas y ciertos efectos negativos en mecanismos neurológicos.