Ciencia y Tecnología
Aprendizaje y memoria son dos procesos íntimamente relacionados. Un ejemplo: caminamos descalzos por un espacio que está a medias al sol y a la sombra. Tras unos pocos pasos nos damos cuenta de que el tramo sombrío está muy frío y lo evitamos. Aprendemos. Si volvemos al mismo escenario, pensaremos en lo vivido el día anterior y procuraremos andar por el sol. Se ha formado un recuerdo.
Los expertos han descubierto que durante la formación de esa nueva memoria, existen 'ventanas' en las que se pueden modificar las conexiones neuronales en donde reside ese recuerdo y borrarlo. Esas brechas se dan en el proceso de consolidación (cuando se forma después de la adquisición inicial) y de reconsolidación (cuando se evocan un tiempo después).

Los científicos de Colorado has rescatado más de 600 huesos provenientes de la Edad de Hielo.
"Vieron unas costillas saltar de los pedales del tractor. Sabían que no podían ser los restos de una vaca, pero no podían determinar que eran. Las recogieron, investigaron en internet esa noche y al día siguiente nos llamaron", dice Ian Miller, paleontólogo del Museo de Ciencia y Naturaleza de Denver. "En nuestra colección tenemos mamuts, mastodontes, un perezoso gigante, el bisonte de la Edad de Hielo, ciervos, castores y una salamandra tigre".
Los expertos del museo están ahora trabajando exhaustivamente en limpiar y examinar los huesos. Y aunque la maquinaria partió algunos, Miller no está disgustado.

Tras los resultados de la investigación podrían ser ubicados altares, plazas y canchas de juego de pelota, entre otras edificaciones prehispánicas.
María Guadalupe Espinosa Rodríguez, coordinadora estatal de zonas arqueológicas del Centro INAH Veracruz, comentó que dicho mapeo digital permitirá tener una escala de hasta 10 centímetros a detalle de los vestigios, y para ello se utilizará un método de percepción remota láser, llamado Detección de la Luz y Distancia.
En entrevista, la funcionaria comentó que dicho estudio será el primero que se hará a nivel nacional, y durará un par de semanas. Agregó que con los resultados de la investigación podrían ser ubicados altares, plazas y canchas de juego de pelota, entre otras edificaciones prehispánicas que se encuentran todavía enterradas a lo largo y ancho de las mil 221 hectáreas que comprende la poligonal de la zona arqueológica de El Tajín.
En 2007, y en cuestión de pocas horas, el cometa Holmes pareció explotar en el cielo. El acontecimiento fue observado por el astrónomo español Juan Antonio Henríquez Santana desde el observatorio de Tenerife. Los científicos calcularon que el Holmes expulsó de repente más de cien millones de toneladas de polvo al espacio, una cantidad comparable a la nube de ceniza emitida por el monte Santa Helena en mayo de 1980, y que hizo que el Holmes se hinchara hasta alcanzar un diámetro mayor que el del Sol.
Sin embargo, y a pesar de que durante meses enteros decenas de telescopios de todo el mundo siguieron observando el cometa, las razones de aquella dramática explosión quedaron envueltas en el misterio.
El Telescopio Espacial Hubble realizó un examen profundo de una misteriosa mancha verde en el espacio exterior, la cual había sido detectada en 2007. La insólita esfera luminosa está dando a luz estrellas nuevas, algunas de las cuales tienen apenas un par de millones de años. Se trata de un cúmulo de estrellas solitarias, recién nacidas, suspendidas en medio de la nada. El globo tiene las dimensiones de la Vía Láctea y se encuentra a 650 millones de años luz de distancia.
El Telescopio Espacial Fermi de Rayos Gamma (NASA) ha permitido detectar haces de antimateria producidos por encima de las tormentas eléctricas que se desarrollan en nuestro planeta. Se trata de un fenómeno nunca antes observado y se cree que las partículas de antimateria fueron creadas dentro de las tormentas eléctricas en un Destello de Rayos Gamma Terrestre o DRGT, por su sigla en idioma español (Terrestrial Gamma-ray Flash o TGF, en idioma inglés), asociado a los relámpagos. Se estima que diariamente se producen alrededor de 500 TGF en todo el mundo, aunque en su mayoría no son detectados.

Una estrella 20 veces más grande que el Sol, Zeta Ophiuchi, es el punto azul en el centro de esta imagen.
Los astrónomos de la NASA, a través del telescopio infrarrojo cósmico WISE (Wide-field Infrared Survey Explorer en inglés), lograron obtener la imagen de una huella dejada por una estrella que trata de escapar a toda velocidad por el espacio.
La Zeta Ophiuchi en la constelación del Ofiuco pertenece a la clase supergigante azul, cerca de veinte veces la masa del Sol, y podría ser hasta 65.000 veces más brillante si no estuviera rodeada por una densa capa de polvo. La estrella tiene unos 4 millones años de edad y queda a 460 años luz de la Tierra.
Anteriormente el astro giraba alrededor de uno mucho mayor, pero éste hace varios millones de años explotó en una supernova, lo que provocó que Zeta Ophiuchi fuera lanzada a una velocidad de 24 kilómetros por segundo.
La estrella atraviesa las nubes de gas y polvo espacial y empuja con sus vientos la materia en su camino, como un barco que deja una ola detrás. Como resultado se produce un arco de choque que brilla con luz infrarroja, lo que el telescopio WISE pudo detectar.
En la imagen la luz infrarroja fue traducida a colores visibles para el ojo humano, y la Zeta Ophiuchi aparece como el punto azul en medio del arco de choque. Al mismo tiempo, observada en la parte visible del espectro, la estrella aparece como un punto rojo bastante débil rodeado por otras estrellas, y la envoltura del gas y polvo no es visible.
En una nota, Andalucía Innova explica que la carga útil de la misión estará formada por varios instrumentos de altas energías y otros de observación remota, y su duración será, según el diseño de los ingenieros, de siete a ocho años.
Los objetivos científicos más importantes de este nuevo capítulo espacial de la ESA, que arrancará en 2017, serán la determinación 'in situ' de propiedades dinámicas del plasma, los campos y las partículas en la heliosfera interna. Asimismo, el consorcio investigador que trabaja en esta misión analizará, entre otras cuestiones, la dinámica de la atmósfera solar altamente magnetizada desde distancias muy próximas; y la identificación de los vínculos entre la actividad magnética solar superficial y la evolución resultante en la corona y la heliosfera.
Una noche del pasado mes de Diciembre, Steve Larson del equipo de observación astronómica Catalina Sky Survey, dependiente de la Universidad de Arizona estaba buscando asteroides potencialmente peligrosos cuando se topó con lo que parecía un cometa: una débil estela proyectada desde un núcleo brillante semejante a una estrella. Cuatro imágenes tomadas a lo largo de 30 minutos revelaron que el objeto se estaba moviendo en relación con las estrellas de fondo.
Investigaciones posteriores revelaron que el objeto es el asteroide conocido como Scheila, descubierto en 1906 por el astrónomo alemán August Kopff y que figura con el número 596 en el catálogo internacional de asteroides.
El astro gira alrededor del Sol junto a miles de objetos similares en el principal cinturón de asteroides de nuestro sistema solar, situado aproximadamente entre las órbitas de Marte y Júpiter, y circula fuera del plano de la eclíptica en el que se mueve la mayoría de los planetas y asteroides.
Las inscripciones jeroglíficas de Palenque relatan que el dignatario maya, también conocido como Pakal II, falleció y "entró al camino" el 28 de agosto de 683 d.C. Sin embargo, su reposo fue interrumpido un milenio después por el arqueólogo mexicano Alberto Ruz Lhuillier, quien -tras cuatro años de intensas excavaciones- descubrió la cámara mortuoria el domingo 12 de junio de 1952.
A manera de guardianes, nueve guerreros modelados en estuco rodeaban la extraordinaria lápida esculpida sobre una losa monolítica de aproximadamente siete toneladas; 2.20 metros de ancho por 3.60 de largo. En los años 50 fue elevada por el arqueólogo Ruz Lhuillier para explorar el interior del sepulcro donde reposan los restos del gobernante.
En 2004, la tumba de Pakal fue cerrada al público como una medida de conservación, ya que la entrada masiva provocaba el aumento de la temperatura y la humedad del espacio. No obstante, al comienzo de aquella década también empezó a considerarse la pertinencia de sustituir las placas metálicas que sostenían la lápida, en virtud del grado de corrosión que presentaban.