
La composición con datos de los telescopios Spitzer y Hubble permitió detectar que los rayos infrarrojos no provienen del centro de las galaxias
"Este descubrimiento aporta que la fusión de galaxias pueden generar poderosas explosiones fuera de sus centros", dijo Hanae Inami, la primera autora del artículo en el que se detallan los resultados del estudio en la revista The Astronomical Journal.
Los científicos utilizaron los datos del telescopio espacial Spitzer de la agencia espacial estadounidense (NASA) de una colisión de dos galaxias espirales que provocó la irradiación en esta onda de luz que permitió detectar a II Zw 096.
"La emisión de luz infrarroja domina a la galaxia y rivaliza con la galaxia más luminosa hasta ahora detectada desde nuestra Vía Láctea", dijo Inami. "No importa su tamaño, esta explosión estelar es uno de los objetos más luminosos conocidos en el Universo cercano", aseguró Lee Armus, investigador del centro astronómico Spitzer.