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El quinto planeta enano del Sistema Solar, Haumea, y al menos uno de sus dos satélites, están cubiertos de cristalina agua helada debido a las fuerzas de marea entre ellos y el calor de los elementos radiogénico. Este es el hallazgo de un estudio internacional de investigación por medio de observaciones desde el telescopio VLT del Observatorio Europeo Austral en Chile.
El pequeño y extraño planeta Haumea está más allá de la órbita de Neptuno. Tiene la forma de un balón de rugby aplastado y mide unos 2.000 kilómetros de largo. Gira por completo en menos de cuatro horas, en una de las mayores velocidades de rotación en el sistema solar. El agua cristalizada que cubre este planeta y sus dos satélites (Hi'iaka y Namaka) lo hace brillar en la oscuridad del espacio.
Ahora un equipo internacional de investigadores ha confirmado que el 75% de Haumea y el 100% de Hi'iaka (que tiene unos 400 km de diámetro) están cubiertas con hielo de agua cristalizada (con una estructura ordenada) y no, como cabría esperar, con hielo amorfo desordenado debido a la radiación solar. El estudio sugiere que el planeta se compone de una capa exterior congelada y una sección interior formada por entre un 88% y un 97% de roca (con una densidad de 3,5 g / cm3).
"Dado que la radiación solar constantemente destruye la estructura cristalina del hielo en la superficie, fuentes de energía se requieren para mantenerlo organizado. Los dos que hemos tomado en cuenta son que es capaz de generar elementos radiogénicos (potasio-40, el torio-232 y uranio- 238) desde el interior, y las fuerzas de marea entre Haumea y sus satélites (como se ve entre la Tierra y la Luna)", dijo Benoit Carry, co-autor del estudio e investigador en el Centro de ESAC de la Agencia Espacial Europea (ESA) en Madrid.