Ciencia y Tecnología
>Sin embargo, al estar solos en la jaula con un macho comenzaban a emitir chillidos ultrasónicos que son sonidos usuales cuando los ratones normales tratan de cortejar a las hembras. Los científicos comprobaron los resultados de este experimento con roedores desprovistos del gen triptófano hidroxilasa 2 necesario para la producción de serotonina.
Luego los investigadores restauraron el deseo sexual de los machos por las hembras al inyectarles serotonina en el cerebro.
Según los científicos, el estudio muestra que las vías de neurotransmisión de la serotonina son fundamentales en la preferencia sexual de los roedores machos
El experto pudo captar al satélite desde el telescopio IAC80, en el observatorio del Teide, en la isla de Tenerife, aunque la imagen resultante es en realidad un mosaico de un total de 26 capturas que precisó para completar el círculo lunar, según ha indicado el Instituto de Astrofísica de Canarias.
Hace una semana tuvo lugar el perigeo lunar, momento en el que la órbita del satélite lo sitúa en el punto más próximo a la Tierra, ofreciendo una visión de una luna llena un 14 por ciento más grande y un 30 por ciento más brillante que una noche común.
Este fenómeno no volverá a verse de esta manera hasta dentro de 19 años y, por ello, astrónomos y aficionados no perdieron la oportunidad de retratar la imagen. Además, gracias a esta técnica, es posible observar el satélite con mayor definición y con sus colores reales.
El cerebro toma las decisiones en función de todo el "historial" de la persona, desde el congénito hasta el adquirido culturalmente, y la conciencia de la decisión llega después de que lo haya decidido la máquina neuronal del cerebro, señala Manuel de Vega, director del proyecto Neurocog. Se trata de un proyecto de la Agencia Canaria de Investigación, Innovación y Sociedad de la Información, que está financiado con fondos Feder de la Unión Europea y en el que casi un centenar de investigadores de las dos universidades canarias desarrollan líneas de trabajo relacionadas con las funciones cognitivas del cerebro.
Los astrónomos observan una fusión por primera vez.
Para los astrónomos estelares, "y los dos se harán una sola carne", acaba de tomar un significado completamente nuevo.
Los científicos han observado por primera vez la fusión de dos estrellas que orbitan estrechamente. Los expertos han sugerido desde hace décadas que tales estrellas - que giran tan cerca una de otra que sus capas exteriores se tocan - deberían finalmente unirse. El nuevo trabajo, de Romuald Tylenda del Centro Astronómico Nicolás Copérnico de Toruń, Polonia, y sus colaboradores, capta las estrellas en el momento de la fusión.
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La joven Tierra carecía de una capa de ozono que actuase como escudo contra la radiación solar de alta energía, pero los microbios florecieron adaptándose o encontrando otras formas de protección de los altos niveles de radiación ultravioleta. Ahora los investigadores han empezado a poner a prueba microbios modernos para ver si pueden actuar como pioneros en las hostiles condiciones del espacio extraterrestre y otros entornos planetarios.
Uno de tales estudios del año pasado observaron el Bacillus subtilis, una bacteria común del suelo que se ha convertido en un organismo modelo para experimentos que tienen el récord de supervivencia espacial tras pasar seis años en la nave Instalación para Exposición de Larga Duración de la NASA. El microbio común demostró ser capaz de evolucionar una resistencia a la radiación UV de hasta 3 veces más que su ancestro original, o un grupo no expuesto a UV, tras 700 generaciones viviendo y muriendo en un experimento de laboratorio en tierra.
Este es el punto de ebullición del agua, entonces los autores del descubrimiento explican que la estrella es tan caliente como una taza de café recién hecho. En este caso vale la pena recordar que la temperatura en la superficie del Sol alcanza unos 6.000 grados centígrados. Los científicos no excluyen la posibilidad de que en la atmósfera de este cuerpo celeste pueda haber nubes de agua. El artículo en el que se explica este hallazgo será publicado en la revista Astrophysical Journal.
Las enanas marrones son objetos espaciales que ocupan una posición entre los planetas gigantes y las estrellas, o sea, son objetos subestelares. La masa (y como consecuencia, la gravitación) de una enana marrón no es suficiente para que la presión en su centro alcance los índices con los que se garanticen reacciones continuas de la fusión nuclear, que son "responsables" del brillo de la mayoría de las estrellas. Y a diferencia de los planetas, las enanas marrones pueden convertir el isótopo del deuterio al isótopo de helio en su juventud.
Desde la segunda mitad de los años noventa los científicos notaron un rasgo común en todos los casos de los "suicidios" de las ballenas. En las regiones donde los animales se quedaron encallados, la Armada de EE. UU. o las fuerzas navales de la OTAN estaban probando los sonares activos de frecuencias medianas o bajas. Dado que los propios cetáceos utilizan el sonido para la orientación y la búsqueda de alimentos, los investigadores dedujeron que hay una relación entre el comportamiento de los animales y el funcionamiento de los sonares.
En muchas ballenas se registró congestión cerebral y hemorragia en otros tejidos, también en sus órganos se encontraron burbujas de aire. Estos son los síntomas del síndrome de descompresión, o sea, la embolia gaseosa producida por una disminución brusca de la presión atmosférica, y habrían podido aparecer si los cetáceos hubieran salido rápidamente desde una gran profundidad.
Las variaciones en la señal - que están controladas por la rotación del planeta - también cambian drásticamente con el tiempo, aparentemente en sincronía con las estaciones de Saturno.
Saturno por Hubble
"Estos datos van a mostrarnos cómo de extraño es Saturno", dice en un comunicado Don Gurnett de la Universidad de Iowa, que lidera el equipo de instrumentos de ondas de radio y plasma de Cassini, . "Creíamos comprender estos patrones en las ondas de radio de los gigantes gaseosos, dado que en Júpiter fue muy directo. Sin Cassini permaneciendo allí tanto tiempo, los científicos no habrían comprendido que las emisiones de radio de Saturno son muy distintas".
Un nuevo agujero negro que está 'devorando' a una estrella figurará desde ahora en los mapas del Cosmos. Este sistema binario, llamado XTE J1859+226, ha sido descubierto por un equipo de investigadores del Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC), quienes han comprobado que su masa es 5,4 veces la masa del Sol.
Los astrónomos, dirigidos por Jesús M. Corral-Santana, captaron los espectros de rayos X del agujero negro y la estrella en observaciones realizadas en el Gran Telescopio Canarias (GTC), que seguía la pista de este sistema desde que en 1999 fuera detectado por el satélite RXT de la NASA.
"Entonces se intuyó que en esa región, que está más allá del centro de la Vía Láctea, en la constelación Vulpecula, podía haber un agujero negro binario, pero hasta ahora no había podido confirmarse", explica Corral Santana. Se estima que está a 45 mil 600 años luz de la Tierra.
Estos sistemas binarios de rayos X, de los que se conocen sólo 17 en nuestra galaxia, aunque se cree que hay unos cinco mil, están compuestos por un objeto compacto (que puede ser una estrella de neutrones o un agujero negro) y una estrella 'normal'.
En un experimento con ratones, los investigadores de la Universidad de Oxford, Inglaterra, utilizaron los propios "vehículos de transporte" del organismo, los exosomas, para hacer llegar fármacos al cerebro. Según los científicos, que publican su estudio en Nature Biotechnology, el avance podría ser vital para el desarrollo de tratamientos para enfermedades como Alzheimer, Parkinson y distrofia muscular.
Cruzando la barrera cerebral
Uno de los principales desafíos médicos en las enfermedades del cerebro es cómo lograr que cualquier tratamiento cruce la barrera hemotencefálica. La función de esta barrera, ubicada entre los vasos sanguíneos y el sistema nervioso central, es impedir el paso de sustancias tóxicas al cerebro, y al mismo tiempo permitir el paso de oxígeno y nutrientes.