© Desconocido
Los avances de la neuroimaginería permiten encontrar en el cerebro huellas de un dato memorizado, sobre todo cuando se trata de adivinar entre un pequeño número de variables, pero la posibilidad de leer la mente como un libro abierto queda aún muy lejos. "Podemos esperar comprender cómo funciona el cerebro, pero nuestra capacidad de leer el cerebro de un individuo en un momento dado es muy limitada", asegura Stanislas Dehaene, director del laboratorio de neuroimaginería cognitiva del centro Neurospin, situado cerca de París.
En el diagnóstico por imagen "se necesita la colaboración de la gente", explica Dehaene, que precisa que "es muy fácil impedir que ese examen funcione". Basta con algunos movimientos, una distracción o simplemente apretar los dientes para "arruinar un examen EEG", un electroencefalograma. ¿Cómo adivinar si una persona tiene en mente un 2 o un 4? En las pruebas de diagnóstico por imagen "superamos el azar", según el profesor Dehaene.
"Si tomamos dos números, por ejemplo el 2 y el 4, hay un 50% de posibilidades de acertar. Nosotros llegamos a acertar en un 60%", lo que es "una proeza", según él. El especialista destaca no obstante los límites de estos resultados estadísticos. Leer el cerebro de una persona en un momento preciso queda muy lejos, pero "empezamos a comprender el código", asegura.