Traducido por el equipo de SOTT.netHe aquí un enigma: ¿cómo pudo la evolución favorecer una actividad tan costosa, frívola y divertida como el juego animal?
En Cheshire, un zorro está a punto de abalanzarse sobre su pareja cuando un tejón irrumpe de un arbusto. El tejón empieza a perseguir al zorro, que se aleja dando saltos hasta que finalmente se distancia. Entonces, de repente, el zorro da media vuelta, se acerca cautelosamente y salta de lado, encarándose con el tejón de frente. Con la espalda arqueada y la cabeza gacha, se detiene y se queda quieto. Tras una pausa, el tejón reanuda rápidamente la persecución, haciendo que el zorro dé un brinco antes de abalanzarse sobre su compañero y huir juntos.
En Orlando, tres delfines nadan al unísono cuando uno de ellos forma un anillo de burbujas perfecto. Otro se acerca inmediatamente y sopla otro anillo, que se funde con el primero para crear un aro más grande. El tercer delfín parece intentar atravesarlo, completando su improvisada coreografía.
Los animales suelen participar en juegos, desde los más espectaculares a los más sutiles. Las hienas simulan peleas, los gatos giran en círculos persiguiéndose la cola, los pulpos juegan a empujar y tirar de botellas, los perros entierran palos para desenterrarlos instantes después... Incluso se han visto osos polares jugando con perros, cogiéndolos en lo que parece un abrazo, revolcándose en la nieve y dejando que los perros les mordisqueen suavemente los labios. Estas escenas nos hacen sonreír de placer. Pero, ¿eso es todo?
Comentario: Aunque la autora está claramente en el campo darwinista, plantea algunas cuestiones interesantes sobre la inteligencia animal, y la necesidad de ampliar la lente limitada con la que tendemos a verla.
Otro famoso ejemplo de juego animal de 2015. No parece haber ninguna motivación excepto el disfrute de la experiencia, El pájaro es incluso capaz de distinguir el mejor lugar para deslizarse:
Comentario: Aunque la autora está claramente en el campo darwinista, plantea algunas cuestiones interesantes sobre la inteligencia animal, y la necesidad de ampliar la lente limitada con la que tendemos a verla.
Otro famoso ejemplo de juego animal de 2015. No parece haber ninguna motivación excepto el disfrute de la experiencia, El pájaro es incluso capaz de distinguir el mejor lugar para deslizarse: