Ciencia y Tecnología
Los astrónomos han estado ocupados intentando determinar el periodo de giro y composición de la luna de Venus. El 8 de diciembre de 2010 se anunciaron los resultados por parte de científicos de JPL/Caltech, liderados por Michael Hicks.
"Espera un minuto; vuelve atrás", te he oído preguntar: "¿Venus tiene una Luna?".
Por supuesto que la tiene. Bueno, en cierto modo... Déjame que lo explique.
Tiene el no muy afortunado nombre de 2002 VE68. Esto se debe a que se descubrió el 11 de noviembre de 2002 por parte de LONEOS, el el Observatorio Lowell de Búsqueda de Objetos Cercanos a la Tierra. 2002 VE68 es un asteroide que cruza la órbita de la Tierra y ha sido designado como Asteroide Potencialmente Peligroso por el Centro de Planetas Menores. Por razones obvias, esto lo hace un sujeto de estudio muy interesante para los científicos del JPL.
La investigación Malaspina, que estudiará durante un año los mares y el cambio climático alrededor del mundo en siete tramos, es la mayor que afronta la historia oceanográfica española y, dentro de ella, el tramo más largo es el octavo, que encabeza la ULPGC.
Durante los 45 días de navegación del grupo que lidera Hernández, los investigadores tomarán más de 3.000 muestras del océano a 24 grados de latitud norte, un poco más al sur de las Islas Canarias, situadas a 28 grados de latitud norte. Se trata del lugar donde el flujo de calor que transporta el océano hacia el norte es máximo y cualquier variación que se haya producido supondría un cambio del clima, sobre todo de Europa, señaló Hernández.
"La variación del transporte de calor implicaría, si se comprobara que se ha reducido, que en Europa bajaría la temperatura y tendría unos inviernos muy fríos", y corroboraría la glaciación anunciada para este continente por el cambio climático, entre otras consecuencias.
Un nuevo análisis basado en datos de la sonda Cassini de la NASA ha encontrado un vínculo causal entre unas misteriosas señales periódicas del campo magnético de Saturno y las explosiones de un gas ionizado caliente, conocido como plasma, alrededor del planeta.
Los científicos han encontrado que enormes nubes de plasma, estallan periódicamente alrededor de Saturno y se mueven alrededor del planeta como una carga desequilibrada de colada en el ciclo de centrifugado. El movimiento de este plasma caliente produce una firma repetitiva de "latidos" en las medidas del entorno magnético rotante de Saturno, y ayuda a ilustrar por qué los científicos han tenido tantas dificultades al medir la longitud del día de Saturno.
"Éste es un avance que puede señalarnos el origen de la periodicidad misteriosamente cambiante que oculta el verdadero ritmo de rotación de Saturno", dice Pontus Brandt, autor principal del artículo y científico del equipo de Cassini con sede en el Laboratorio de Física Aplicada de la Universidad Johns Hopkins en Laurel, Maryland. "La gran cuestión ahora es por qué estas explosiones tiene lugar periódicamente".
Esta investigación fue realizada por científicos de la Ecole Polytechnique Fédérale de Lausanne (EPFL) y de la Universidad de de Lausanne (UNIL), en Suiza, en colaboración con investigadores de la Escuela Médica de Harvard y de la Universidad de Indiana, en Estados Unidos. Según publica la EPFL en un comunicado, gracias a una tecnología puntera, los investigadores pudieron observar las redes de fibras neuronales en el cerebro y su desarrollo, mediante la comparación de cerebros de personas de distintas edades.
Con las imágenes y mapas de los cerebros obtenidas por los investigadores en el presente estudio, se pudo establecer que el cerebro de un niño pequeño se parece a Internet en sus inicios, con centros aislados o mal conectados, mediante conexiones poco eficaces. Por el contrario, el cerebro adulto, afirman los científicos, podría ser comparado con una moderna red de fibra óptica, completamente integrada.
Hace aproximadamente una década, unos científicos que estudiaban el cerebro de personas ciegas hicieron un descubrimiento sorprendente: Una región del cerebro normalmente dedicada al procesamiento de imágenes se había "recableado" para interpretar información táctil, como por ejemplo la información proveniente de las yemas de los dedos cuando éstas se deslizan sobre los caracteres en Braille. Los experimentos subsiguientes revelaron un fenómeno similar en otras regiones del cerebro. Sin embargo, estos estudios no respondieron a la pregunta de si el cerebro por sí mismo puede cambiar su "cableado" en cualquier momento, o sólo a edades muy tempranas.
Prácticamente sobre nuestras cabezas, y dando lugar a sombras cortísimas. Por el otro lado, y esto es lo que más nos importa aquí, habrá un eclipse total de Luna. Y será unas cuantas horas antes: en plena madrugada del martes, nuestro satélite se hundirá completamente en el enorme cono de sombra de la Tierra. Un drama de sombras, luces y colores que podremos disfrutar desde toda la Argentina (y buena parte del mundo). No de punta a punta, porque veremos el comienzo del eclipse, y buena parte de su etapa central, pero no el final, que transcurrirá ya con la Luna debajo de nuestro horizonte. Sin embargo, perdernos la segunda mitad del show tendrá, curiosamente, un rarísimo premio: observar la espectacular puesta de la "Luna roja".
Químicos de la Universidad de Stanford informaron que los diversos meteoritos contienen productos químicos que corresponden a elementos básicos de la vida en la Tierra, esparciéndose con la explosión por todas partes. Se suma a esto un grupo de investigadores de la Nasa de la Goddard Space Flight Center en Greenbelt, Maryland, que señaló que en trozos de meteoritos muy calientes se encontraron aminoácidos, donde todas las moléculas habían sido destruidas.
El asteroide al llegar a la atmósfera terrestre explotó y se cree que los aminoácidos se agregaron luego de la explosión en los huecos que llevaban los fragmentos de las diversas partes de los meteoritos.Estos meteoritos comparten mismos hidrocarburos aromáticos policíclicos (HAP) que son moléculas orgánicas que se distribuyen por toda la galaxia. y forman parte en la tierra. Otra característica que ya se había descubierto al inicio, es que la mayoría de los fragmentos son compuestos por urelita, cosa no frecuente pues normalmente los fragmentos de asteroides encontrados son del tipo de llamado chondrita.
La historia ocurrió hace 14 años y la mujer es una paciente conocida por los neurólogos por sus iniciales, SM. Su caso lleva años interesando a los científicos porque una enfermedad degenerativa, el mal de Urbach-Wiethe, destruyó por completo su amígdala y ello ha tenido consecuencias muy concretas en su vida cotidiana.
Por si esto fuera poco, nuevas investigaciones sugieren que, de momento, y aunque disponemos de avanzados equipos tecnológicos que trabajan en exclusiva para ello, no somos capaces de prevenir todos y cada uno de estos arranques solares. Una de cada tres erupciones surge por sorpresa, sin previo aviso, lo que, en caso necesario, prácticamente nos impediría protegernos a tiempo. Además, los científicos han descubierto cómo se producen estos tsunamis solares, y su descripción resulta aterradora: no aparecen de forma puntual, sino que se contagian en una especie de dominó y pueden ser tan gigantescos que envuelvan casi por completo toda la superficie del Sol. Un infierno de libro.