Traducido por el equipo de Sott.net
¿Cómo eran los hombres y mujeres de la Edad de Bronce temprana de la cultura argárica en el sureste de la península ibérica? Investigadores de la UAB han analizado los rasgos faciales de estos individuos a partir del estudio digital y biológico de los cráneos recuperados en los yacimientos de La Almoloya y La Bastida (Murcia), y han obtenido imágenes de 40 de sus habitantes.

© Universitat Autònoma de Barcelona
Visualización de 12 perfiles de rostros reconstruidos. Los individuos presentan perfiles muy diferentes, en los que destacan las diferencias en la forma de la nariz y el mentón. La variedad en los rasgos faciales reconstruidos es un reflejo de las diferencias observables en cada cráneo.
El estudio, el primero que aplica este método a un grupo tan numeroso de individuos de un mismo yacimiento prehistórico, forma parte de un proyecto más ambicioso que lleva a cabo el grupo de investigación sobre la sociedad argárica ASOME-UAB, centrado en las relaciones de parentesco en la prehistoria.
Nuestros rostros contienen información sobre nuestra historia familiar y nuestro estilo de vida. Por ejemplo, ciertos rasgos faciales pueden transmitirse de padres a hijos durante generaciones. ¿Es posible, por tanto, que los parecidos físicos entre un grupo de individuos puedan dar pistas sobre los lazos de sangre comunes?
Este es uno de los principales objetivos de una investigación que lleva a cabo el
grupo de Arqueoecología Social y Mediterránea (ASOME) de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) sobre la sociedad argárica, que se expandió por el sureste de la península ibérica hace unos 4.000 años y fue una de las primeras sociedades urbanas de Europa Occidental. Y el primer paso ha sido el trabajo de Joana Bruno, investigadora de ASOME-UAB, arqueóloga y máster en ilustración científica, que se ha encargado de la reconstrucción facial de 38 individuos de El Argar, seleccionados tras un detallado estudio osteológico de más de 250 esqueletos recuperados de tumbas bien conservadas de La Almoloya y La Bastida.
Comentario: ¡Que no sea "inesperado" no significa que esté bien! Ver también: