Ciencia y Tecnología
En un artículo publicado recientemente en la revista científica The Astrophysical Journal, un equipo de astrónomos dirigido por Sixiang Wen, investigador asociado postdoctoral en el Observatorio Steward de la Universidad de Arizona (EE.UU.), explica cómo logró determinar la masa de un agujero negro a partir del hecho de que había devorado a una inmensa estrella.
"Casi imposible en la naturaleza": Un grupo de físicos crea gotas cuadradas usando campos eléctricos

Imagen de un estado de no equilibrio típico que incluye gotas y emulsiones activas esculpidas electrohidrodinámicamente activas y autopropulsadas.
El lunes de 13 de setiembre, un astrónomo aficionado de Brasil registró en directo el destello de un impacto en Júpiter. La naturaleza del aparente objeto que colisionó aún es desconocida.
Los confines del Sistema Solar constituyen un lugar extraño y misterioso. Más allá de la órbita de Neptuno, donde hace frío y está oscuro, un enjambre de objetos helados llamado Cinturón de Kuiper orbita alrededor del Sol, que se cree que no ha cambiado prácticamente nada desde el nacimiento del Sistema Solar.

Impresión artística de un gran objeto del Cinturón de Kuiper.
Se trata de un aumento significativo de los aproximadamente 3.000 TNO conocidos en el Sistema Solar exterior, información que podría ayudarnos a modelar mejor cómo se formó el Sistema Solar, y tal vez incluso a buscar el elusivo Planeta Nueve.
El nuevo catálogo se ha presentado para su publicación y está disponible en el servidor de preimpresiones arXiv.
"Este catálogo tiene 817 objetos confirmados (461 descubiertos por primera vez en este trabajo)", escribieron los investigadores en su artículo.
"Este es el segundo mayor catálogo de TNO de un solo sondeo hasta la fecha, así como el mayor catálogo con fotometría multibanda".
Investigadores de la Universidad de Stanford ofrecieron una explicación al fenómeno de 'penacho de cirros sobre los yunques', informó este jueves el centro educativo estadounidense en su página web.
Cada año se producen decenas de tormentas solares que pasan inadvertidas para la mayor parte de la población de la Tierra. Sin embargo, durante la conferencia del Grupo de Interés Especial en Maquinaria Computacional (SIGCOMM 2021) que tuvo lugar entre el 23 y el 27 de agosto, Sangeetha Abdu Jyothi, profesora asistente de la Universidad de California en Irvine (EE.UU.), presentó un estudio en el que advierte que la próxima super tormenta solar podría dañar catastróficamente la infraestructura mundial de Internet y dejar a millones de personas sin acceso a la Red durante meses.
Las tormentas solares son perturbaciones temporales que pueden ser causadas por una onda de choque de viento solar o una eyección de masa coronal (CME, por sus siglas en inglés) que interactúa con el campo magnético terrestre y provoca un incremento en la corriente eléctrica en la magnetósfera del planeta. Estas perturbaciones ocurren a menudo, pero en la mayoría de los casos, el campo magnético envía el viento solar hacia los polos, dando origen a las famosas auroras boreales.
No obstante, una o dos veces cada siglo ocurren tormentas extremas que consiguen traspasar el escudo magnético y llegar a zonas cercanas al ecuador. El último de estos eventos tuvo lugar en 1921, y ahora Jyothi asegura que la humanidad no está lista para enfrentar el próximo.

La Vía Láctea fotografiada desde la isla de Gran Canaria (España), el 13 de agosto de 2021.
"Este objeto desafió todas nuestras expectativas", explica en un comunicado Davy Kirkpatrick, astrofísico del Instituto de Tecnología de California y coautor de la investigación.
Una espada azul en llamas parece atravesar un gigantesco corazón cósmico en una nueva y magnífica foto captada por el Hubble Space Telescope.

Esta imagen tomada por el instrumento Wide Field Camera 3 del telescopio espacial Hubble muestra el objeto Herbig-Haro HH111, que se encuentra a unos 1.300 años luz de la Tierra. Los objetos Herbig-Haro consisten en estrellas jóvenes que lanzan chorros sobrecalentados a través de las nubes de polvo y gas que las rodean.
Esta dramática interacción entre los chorros y la nube crea un espectáculo celestial poco común conocido como objeto Herbig-Haro. El fotografiado aquí por el Hubble se llama HH111, y se encuentra a unos 1.300 años luz de la Tierra, en la constelación de Orión.
El Hubble captó la imagen utilizando su instrumento Wide Field Camera 3 (WFC3), que observa en las longitudes de onda ópticas e infrarrojas (calor) de la luz.
El estudio fue publicado en Nature Astronomy y liderado por Lorenzo Spina, astrofísico del Observatorio Astronómico de Padua, en Italia.
Entre los principales resultados destaca que hasta un tercio de las estrellas similares a la nuestra se han tragado a sus planetas.
De acuerdo con los autores, este descubrimiento podría ayudar a descartar sistemas estelares que ya no contengan mundos parecidos a la Tierra.
Según los investigadores, cuando un planeta es devorado, sus elementos pesados, como el hierro, el silicio y el titanio, se esparcen por las capas más externas de la estrella y pueden ser detectados por los astrónomos que buscan señales de absorción de luz propias de esos elementos.
Investigadores estadounidenses han hecho retroceder el reloj cósmico para determinar que un espectacular cometa pasó zumbando por la Tierra hace 5.000 años.

Este par de imágenes del telescopio espacial Hubble del cometa C/2019 Y4 (ATLAS), tomadas el 20 y el 23 de abril de 2020, revelan la ruptura del núcleo sólido del cometa. Las fotos del Hubble identifican hasta 30 fragmentos separados. El cometa estaba aproximadamente a 91 millones de millas de la Tierra cuando se tomaron las imágenes. El cometa ha sido coloreado artificialmente en esta vista para mejorar los detalles para el análisis.
En un artículo publicado en la revista Astronomical Journal, examinaron las observaciones realizadas por el telescopio espacial Hubble del cometa ATLAS (C/2019 Y4), al que el Hubble vio romperse en pedazos el año pasado.
Se cree que este cometa es un fragmento de otro más grande que pasó por la Tierra en 1844, brillando tanto como Sirio, la estrella más brillante del cielo.
Al rastrear los movimientos de los dos cometas en el tiempo, los investigadores descubrieron que probablemente ambos son partes de uno aún mayor que pasó por última vez por el Sistema Solar interior hace 5.000 años, más o menos cuando los antiguos egipcios se asentaron por primera vez en el valle del Nilo.
Comentario: El Sistema Solar es más peligroso de lo que pensábamos:
Meteoritos, asteroides y cometas: daños, desastres, heridas, muertes y encuentros muy cercanos
Interesante, un estudio reciente ha revelado que Júpiter está lanzando rocas espaciales en dirección a la Tierra.
Júpiter no es un escudo sino que lanza cometas hacia la Tierra, según una nueva investigación (en inglés)
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