Ciencia y Tecnología
El hallazgo se publicó en la revista científica Meteoritics & Planetary Science el 29 de julio, en coautoría con científicos chinos del Instituto de Geoquímica de Guangzhou, la Academia de Ciencias de China y científicos de la Universidad de Viena en Austria.

Ilustración de cómo pudo ser el Sol hace 4.000 millones de años, más o menos cuando se desarrolló la vida en la Tierra.
El ciclo solar 25 se está calentando más rápido de lo esperado. La última señal puede encontrarse en los recuentos de manchas solares de julio de 2021. Siguiendo una tendencia iniciada el año pasado, superan las previsiones oficiales.
Publicado por el Panel de Predicción del Ciclo Solar 25 de la NOAA/NASA en 2019, el pronóstico oficial indica que el Ciclo Solar 25 alcanzará su punto máximo en julio de 2025. Sin embargo, un mejor ajuste a los datos actuales muestra que el ciclo solar 25 alcanzará su máximo en octubre de 2024. Esto está justo fuera de las barras de error de 8 meses de la previsión del Panel.
Julio de 2021 fue un mes extraordinario. El ciclo solar 25 cruzó múltiples umbrales, incluyendo su primera llamarada X (first X-flare) y, en un momento dado, 6 manchas solares en el disco solar. La última vez que se vieron tantas manchas solares al mismo tiempo fue en septiembre de 2017 (SWx archive). Una CME (Coronal Mass Ejection) del lado lejano en julio fue tan fuerte que esto afectó a la Tierra a pesar de estar en el lado "equivocado" del sol. Un puñado de otras CMEs no llegaron a nuestro planeta por poco.
Imagínese que pudiéramos utilizar fuertes campos electromagnéticos para manipular las propiedades locales del espacio-tiempo: esto podría tener importantes ramificaciones en términos de ciencia e ingeniería.
El electromagnetismo siempre ha sido un fenómeno sutil. En el siglo XIX, los estudiosos pensaban que las ondas electromagnéticas debían propagarse en algún tipo de medio escurridizo, que se denominó éter. Más tarde, la hipótesis del éter se abandonó y, hasta el día de hoy, la teoría clásica del electromagnetismo no nos proporciona una respuesta clara a la pregunta de en qué medio se propagan los campos eléctricos y magnéticos en el vacío.
Un método recientemente desarrollado para levitar y manipular objetos diminutos mediante ondas sonoras podría suponer un gran avance para la tecnología.
Unos ingenieros japoneses han descubierto cómo recoger objetos de superficies reflectantes mediante levitación acústica. Aunque todavía no pueden hacerlo de forma fiable, el avance podría ayudar a desvelar todo el potencial de la manipulación de objetos físicos utilizando únicamente el sonido.
La ingeniería biomédica, la nanotecnología y el desarrollo de productos farmacéuticos son algunos de los campos en los que manipular objetos sin tocarlos es potencialmente muy útil. Ya podemos hacerlo con una tecnología llamada pinzas ópticas, que utilizan láseres para generar una presión de radiación suficiente para levitar y mover partículas extremadamente pequeñas.
Las pinzas acústicas, que utilizan la presión generada por las ondas sonoras para mover partículas, pueden ser una herramienta aún más potente. Podrían utilizarse para manipular una gama más amplia de materiales y en tamaños más grandes, hasta la escala milimétrica.
Sin embargo, a pesar de haber sido descubiertas por primera vez en los años 80, existen importantes limitaciones que impiden una amplia aplicación práctica de las pinzas acústicas. Para empezar, se necesita una "trampa" fiable formada por ondas sonoras.
Por primera vez, los astrónomos han observado luz procedente del otro lado de un agujero negro, doblada como resultado de la deformación del espacio-tiempo alrededor del objeto. Estas observaciones coinciden con las predicciones que Albert Einstein hizo en 1963 sobre cómo la gravedad curva la luz alrededor de los agujeros negros, tal y como se describe en su teoría de la relatividad general.
Los científicos de la Academia de Ciencias de China examinaron las muestras de sedimento marino recolectadas en 2016 por el buque Zhang Jian en el abismo de Challenger, el más profundo de nuestro planeta, a casi 11.000 metros bajo la superficie del agua. Durante el estudio, lograron secuenciar el genoma de 15 virus y de más de un centenar de otros microrganismos.
Sería un espectáculo común en algunas partes del sudeste asiático, pero se trata de los Emiratos Árabes Unidos, en plena ola de calor veraniego que ha visto cómo las temperaturas superan regularmente los 120°F.
El hallazgo se produjo en medio de las obras de remodelación de la Universidad del Comahue, emplazada sobre un yacimiento de la era mesozoica.
El reciente escaneo con un sonar del fondo del océano Índico, al sur de Indonesia, ha puesto al descubierto un magnífico cráter que hizo a sus descubridores australianos recordar el famoso Ojo de Sauron de la trilogía 'El Señor de los Anillos'.
Comentario: Ciclo solar 25: ¿Es inminente un evento de terminación?