Las elecciones estadounidenses siempre han resultado una información priorizada, que además de ser expuesta por los medios de dicha nación, también es divulgada por los de otras naciones, donde por lo regular se copia lo que dicen los despachos de las agencias estadounidenses y se lanzan al aire sin el mayor análisis, con lo que esos medios se convierten en un instrumento de los otros. Divulgan lo que aquellos desean divulgar.
Cada medio trata de dar una imagen beneficiosa para el candidato que considera representará y defenderá mejor los intereses económicos que el medio representa.
Las encuestas que se publican son una buena muestra de lo que planteamos. La encuesta no solamente refleja información, sino que además,
crea opinión.
Regularmente las encuestas son financiadas por el candidato o su partido, es poco probable que en esas condiciones la encuesta refleje una situación negativa para el que pagó la misma. Algunas empresas dedicadas a los pronósticos, tratan de hacer un análisis donde se tomen en consideración la mayoría de las encuestas y con eso ofrecer un promedio, que consideran pudiera estar bastante cercano a la realidad.
No puede esperarse el resultado uniforme y veraz de una encuesta, realizada en la ciudad de Nueva York, si usted la lleva a cabo en Harlem, en el llamado MidTown y en la zona de Wall Street, o si la realiza en los tres lugares, pero la cantidad de personas entrevistadas es distinta en uno y en otro. Los resultados de estas encuestas por lo regular se presentan en números relativos (por ciento) para acabar de esconder la realidad y mostrar el resultado que se desea.
Ese resultado influye en la opinión de los electores, algunos porque consideran que ya perdieron y entonces, no tienen porque molestarse en ir a votar y otros porque consideran que es el momento apropiado para sumarse al que está ganando, según la encuesta.
Una de las encuestas que me llamó mayormente la atención y que ha sido realizada por encuestadores relativamente serios, es la que expongo a continuación, realizada por el
Washington Post y la cadena
ABC. No dejen de tomar en consideración que califique a los encuestadores como relativamente serios, lo cual no quiere decir que considere existe una ausencia total de intereses ocultos en lo que se nos presenta.
Comentario: Y esto se ha hecho en Latinoamérica de un sinfín de formas. Una de ellas es la descrita por Evo Morales y Kreyeness. Hemos tenido una conversación al respecto de esto con el ex sicario económico, John Perkins, los invitamos a verla: