OF THE
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"Casi nada se habla del Muro de Cisjordania, que perpetúa la ocupación israelí de tierras palestinas y, de aquí a poco, será quince veces más largo que el Muro de Berlín.En 1402 se inició la conquista de las Islas Canarias por parte de la Corona de Castilla, que culminó en 1496. Veinte años antes, en 1476, con la llegada al trono de los reyes católicos, Diego García de Herrera, conocido como el señor de las Canarias Menores, construyó la primera instalación naval en la costa atlántica africana, Santa María de la Mar Pequeña, que luego se llamó Ifni (frente a la isla de Lanzarote), a la que siguieron algunas más con objeto de controlar los peligros que pudieran acechar a las tropas reales que combatían en el archipiélago canario. Su carácter era defensivo respecto del exterior, pero se mantenían buenas relaciones con los nativos de la zona.
Y nada, nada de nada, se habla del Muro de Marruecos, que desde hace veinte años perpetúa la ocupación marroquí del Sahara Occidental. Este muro, minado de punta a punta y de punta a punta vigilado por miles de soldados, mide sesenta veces más que el Muro de Berlín.
¿Por qué será que hay muros tan altisonantes y muros tan mudos? ¿Será por los muros de la incomunicación, que los grandes medios de comunicación construyen cada día?"Eduardo Galeano
Comentario: No sé que piensa usted, pero nosotros creemos que no podemos simplemente voltear la mirada hacia otra parte y hacer como que no ocurre nada.
Sólo un auténtico psicópata puede pronunciar semejante sentencia. Sólo un sujeto con una carencia total de conciencia moral, de remordimientos y de empatía, puede pensar de este modo y manifestar tal desprecio por la vida humana.
Es importante comprender que tipo de "monstruos" conviven con nosotros para poder defendernos, porque como demuestra el estudio científico de Andrzej Lobaczewski, La Ponerología Política, la psicopatía es como un virus que infecta todo lo que encuentra a su paso.
El modo de pensar de semejantes monstruos, lamentablemente, se propaga en la sociedad resonando en sujetos permeables al odio destilado. Este proceso es conocido como proceso ponerogénico y merece toda nuestra atención para no caer bajo su influjo. A veces estos sujetos saben exponer sus ideas de un modo elegante, bajo cierto marco lógico y sustentándose en paramoralismos que a los ojos ingenuos o a quienes están bajo el efecto narcótico de sus sesgos y creencias, les resuenan como "ideales superiores", casi divinos.
No quitarle los ojos de encima a estos agentes patológicos que infectan a la humanidad y esforzarse por comprender las dinámicas subyacentes a su accionar, es la mejor forma de mantener activo y vigoroso el sistema inmunológico de las sociedades.
Es muy importante comprender el verdadero mal de esta sociedad. Recomendamos un repaso al artículo Reflexiones sobre Ponerología Política y, por supuesto, la lectura de "La ponerología política", la obra que bien podría ser la MÁS importante que jamás haya leído.