- La trasnacional plantará maíz OGM en etapa piloto en Tamaulipas, revela investigadora
- Corporaciones presionan al gobierno para eliminar restricciones legales a productos agrícolas modificados
- Calderón, interesado en que se autoricen estos cultivos: titular de Sagarpa
Antes y después de la reciente elección presidencial, el gobierno mexicano ha recibido fuertes presiones de corporaciones trasnacionales para que se eliminen las restricciones legales a la siembra de transgénicos; estas acciones las encabeza la firma estadunidense Monsanto, la mayor productora de biotecnología en el mundo.
Aunque tales presiones no son nuevas, se han agudizado en semanas recientes, indica Elena Álvarez-Buylla, investigadora del Instituto de Ecología de la UNAM e integrante de Unión de Científicos Comprometidos con la Sociedad (UCSS), a quien revelaron lo anterior funcionarios de instituciones relacionadas con el tema "que me pidieron no decir sus nombres".
Es lamentable, dice, que las autoridades mexicanas hayan cedido a las exigencias de las corporaciones, y que "en medio del proceso electoral y del ciclo agrícola primavera verano - sin ningún anuncio del gobierno - se aprobaron tres nuevos permisos para siembra de maíz transgénico en fase piloto en favor de Monsanto, en el norte de Tamaulipas".
De acuerdo con Álvarez-Buylla, presidenta del comité ejecutivo de la UCCS, la liberación de nuevos cultivos biotecnológicos se ha otorgado, a pesar de que funcionarios de las instituciones responsables en la materia - la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa) y la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) - "están conscientes de los daños y peligros - demostrados científicamente - que los tránsgénicos tienen para la salud humana y el medio ambiente".