Después de los albano-kosovares en 1999, les tocó a las mujeres afganas, a los kurdos iraquíes y más recientemente a los pueblos libio y sirio a los que "nosotros" tenemos que proteger.
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Después de los albano-kosovares en 1999, les tocó a las mujeres afganas, a los kurdos iraquíes y más recientemente a los pueblos libio y sirio a los que "nosotros" tenemos que proteger.
La lista nunca se detuvo, afectando en especial a Senegal, Malí, Mauritania, Guinea, Burkina Faso, Argelia, Níger, Nigeria, Chad, Camerún, Yibuti, Eritrea y Sudán, y tres de estos países están hoy en el ojo del huracán. Una funcionaria de Unicef, Mia Cox, escandalizada ante la impavidez de la comunidad internacional, alertó sobre lo que denomina como el "hambre, un tsunami silencios".
Estados Unidos es uno de los países que más recursos está dedicando a esta ciber-escalada bélica dotándose de un arsenal e integrando los ciberataques en sus planes de batalla y, de hecho, es algo que supuestamente han utilizado contra Irán y su programa nuclear (por orden directa del propio Presidente de Estados Unidos).
Teniendo en cuenta que los recursos para la ciberguerra, al igual que los recursos para otras operaciones secretas, están repartidos en distintas agencias además de en las Fuerzas Armadas, el equipo de Seguridad Nacional de Estados Unidos ha llevado a cabo una reordenación de los recursos así como un reparto de competencias para discernir quién puede intervenir (Ejército, CIA, etc) y dónde (zonas de guerra u operaciones encubiertas).El objetivo de esta reordenación de recursos responde al hecho de una mejor organización y optimización de los recursos, evitando que ocurran situaciones de "vacío de responsabilidades" y poniendo las medidas oportunas para evitar eso que el propio Secretario de Defensa, Leon Panetta, llamó "un posible ciber-Pearl Harbor".
Comentario: Es necesario señalar que la escasez de alimentos a nivel mundial ha sido generado en gran parte por cambios climáticos y cambios en la Tierra naturales, como se puede concluir al investigar la historia de estos ciclos de cambios globales.
Desde hace más de dos años el hemisferio norte del planeta ha sufrido de heladas y temperaturas gélidas récord que han afectado las cosechas y plantaciones de las cuales depende el alimento de poblaciones enteras. Los cambios planetarios, el exponencial crecimiento de la agricultura industrializada extrema que no toma en cuenta el impacto al entorno y a los ecosistemas sobre los que se planta, sumado al crecimiento de la población parece una fórmula con resultados catastróficos para nuestro modo de vida actual.