La India avanza en el desarrollo de su propio programa de energía nuclear afrontando ciertas dificultades mientras transita por el 'camino atómico', muchas de ellas relacionadas con la fuerte resistencia que Estados Unidos genera frente al desarrollo independiente del país asiático.Con más de mil millones de habitantes, la India ha comenzado a recorrer una senda de crecimiento, un pujante desarrollo que
necesita energía. El país ya había comprendido las posibilidades del uso de la energía atómica con fines pacíficos, a pesar de que sus primeras pruebas en esta esfera se limitaban ante todo al ámbito militar.
Sin embargo, el país está viviendo algunas dificultades tal y como lo reconoció hace poco el primer ministro indio, Manmohan Singh. "Nuestro programa de energía atómica está atravesando dificultades porque muchas organizaciones no gubernamentales (ONG),
la mayoría de las cuales creo que están establecidas en EE. UU., no entienden la necesidad de nuestro país de incrementar su producción energética", indicó el primer ministro.
"Un juego de alcance geopolítico"Las protestas populares en contra del programa nuclear han estallado por todo el país. El descontento del pueblo se hizo notar incluso en las inmediaciones de varias plantas nucleares como la de Kundankulam, resultado de una alianza entre Rusia y la India, y que será el mayor generador de electricidad en el país.
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Es posible que haya de por medio algún interés corporativo. También es probable que esté presente la rivalidad entre empresas o que estemos frente a un juego de alcances geopolíticos", explicó Manish Tewari, el portavoz del Partido del Congreso.
Las movilizaciones tuvieron un efecto positivo, ya que la construcción de las plantas nucleares en la India se estancó. El Gobierno ha retirado la licencia a tres ONG, y otras 77 podrían correr la misma suerte.