Entre 2003 y 2013, proyectos financiados por el Banco Mundial desalojaron de sus hogares, alejaron de sus tierras o desplazaron de otras formas a 3,4 millones de personas, reveló el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ) el jueves 16.
Más de 50 periodistas de 21 países trabajaron durante casi 12 meses para analizar sistemáticamente el cumplimiento por la institución financiera multilateral de su promesa de proteger a las poblaciones locales de las consecuencias negativas de sus propios proyectos.
© Abdurrahman Warsameh / IPSCasi la mitad de los 3,4 millones de personas que fueron desplazadas física o económicamente por proyectos financiados por el Banco Mundial en la última década eran de África y Asia.
Periodistas de Ghana, Guatemala, Kenia, Serbia y Sudán del Sur, entre otros países, analizaron miles de páginas de registros del
Banco Mundial, entrevistaron a decenas de personas, entre ellas exempleados de la institución, y
documentaron meticulosamente más de 10 años de fallas en sus prácticas,
que dejaron a agricultores pobres, residentes de tugurios urbanos, comunidades indígenas y pescadores indigentes sin empleo, sin hogar y sin tierra.En varios casos, los periodistas del
ICIJ encontraron que
poblaciones enteras que vivían donde iba a localizarse un proyecto financiado por el Banco Mundial fueron sacadas a la fuerza de sus hogares, mediante el uso de la violencia o la intimidación.Estos desplazamientos violan los
Objetivos Gemelos del Banco Mundial, con sede en Washington, adoptados hace décadas.
Esas metas estaban destinadas a acabar con "la pobreza extrema mediante la reducción de la proporción de personas que viven con menos de 1,25 dólares al día a menos del tres por ciento de la población mundial para el año 2030", y al mismo tiempo a "promover la prosperidad compartida mediante la mejora de los niveles de vida del 40 por ciento más pobre de la población en cada país".
Comentario: La austeridad impuesta por la Comisión Europa ha resultado ser un auténtico fracaso para sacar a Europa de la crisis. O los países toman medidas para proteger a sus ciudadanos de los depredadores de la troika, o la pobreza de los europeos seguirá en aumento.
Los ciudadanos europeos deben saber que, en última instancia, incluso considerando una deuda legal, un gobierno puede decidir que "no tiene capacidad de garantizar a su ciudadanía los derechos humanos elementales como la educación, la sanidad y la seguridad públicas por el pago de la deuda. Por tanto, está en estado de necesidad y puede suspender el pago de la deuda, dando prioridad a su obligación con la ciudadanía del país."
Apostar por partidos como Syriza o Podemos, tal vez no sea la solución última a todos nuestros problemas, pero es un comienzo para empezar a limitar el juego de las élites financieras que actúan con total impunidad con el beneplácito de los partidos tradicionales europeos. Vea también:
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